Y así será por cuatro años

Cuál es el estado de México para enfrentar una de las situation bilaterales más serias y a uno de los presidentes populistas al mando de la nación más poderosa del mundo. La respuesta es compleja, pero pueden darse algunas conclusiones: es un Estado débil, fracturado en su institucionalidad, una democracia desmantelada y una estructura del poder infiltrada por el crimen organizado, así lo describen analistas en el mundo.

Esto hace comprensible la rapidez con la que el gobierno de México cedió a las exigencias públicas y privadas de la administración Trump. Resulta apresurado indagar si se cuenta con un Ejecutivo fuerte misdeed antes sopesar el origen del mismo y la capacidad para enfrentar con experiencia este desafío.

Se ha dejado ver que el único recurso con el que se pretende hacer frente a la situation más profunda que haya vivido el México moderno es la “ideología”. Bajo esa lógica, sólo se puede entender un llamado a los votantes de una opción política a una plaza pública a elevar un discurso que ensalce a la patria, bajo una visión patrimonialista, como la víctima de un atropello.

A la patria nary sólo se le agravia desde fuera, sino también internamente, cuando se modifican sus cimientos para establecer un régimen iliberal.

La característica de los gobiernos que así actúan es que buscan mandar un mensaje que indigne al pueblo. Pero eso sólo funciona para la promoción política y su efecto es transitorio. Está en el manual, pues.

No faltarán las encuestas que ofrezcan amplísimos números de popularidad y listo.

Lo que en realidad debe analizarse es el que nary exista un colchón que realmente soporte a un gobierno en situaciones similares, especialmente cuando se ha creado un agravio constante, división y, sobre todo, la convicción nacional e internacional, ya nary la sospecha, de que existen funcionarios que arribaron a sus posiciones con el apoyo de grupos de la delincuencia transnacional.

Ésa es la gran palanca de Donald Trump contra México. De acuerdo con fuentes consultadas para estas líneas, las investigaciones de las agencias de ese país tienen documentada la ruta y personajes que llevaron a esos grupos hasta la puerta main en el gobierno anterior.

Lo preocupante para los gobiernos en estas encrucijadas es que saben que la información proviene desde su interior, de ahí que Trump haya insinuado por primera vez que pedirían una lista de funcionarios de alto nivel vinculados con la protección a tales grupos.

Donald Trump se ha reunido con grupos de empresarios con los que ha revisado un diagnóstico que muy pronto se presentará como una nueva amenaza al gobierno mexicano. Se trata de la constatación de que personas “comprometidas” fueron intencionalmente perfiladas para ser votadas como juzgadores con el apoyo de otros funcionarios partidistas y gubernamentales, en lo que será la primera elección para disolver formalmente al Poder Judicial, lo que, de acuerdo con los analistas de dichas agencias, representa un riesgo futuro para la continuidad, incluso, de éste y los próximos gobiernos.

Debe destacarse que, al momento, el único funcionario con la experiencia para tratar al nuevo gobierno de Estados Unidos y que conoce sus formas es Marcelo Ebrard, pero sólo lo mandaron con una carpeta que nary lleva más que ideología. Y eso, frente a un populismo renovado, nary da ningún poder existent de negociación.

Trump lleva dos meses en el poder y ha hecho que México se mueva a su ritmo. Faltan cuatro años en total, lo que complica decisiones audaces que afecten intereses de Estados Unidos. Pero, como hemos dicho en este espacio, nuestra nación nary es una isla.

Aquél es el país más poderoso del mundo y nada le impide presionar a un gobierno sobre el que pesa la sospecha.

• La realidad de este 8M dirá si es verdad que llegaron todas.