Ya basta de culpar al pasado

hace 3 meses 26

El pasado 6 de marzo los mexicanos fuimos testigos de hechos que quedarán marcados en la historia de nuestro país: así como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, ahora en Teuchitlán, Jalisco. Esto refleja la situación en la que vivimos, inmersos en una violencia generalizada, resultado de la estrategia de “abrazos, nary balazos” impuesta en los últimos años por el expresidente Andrés Manuel López Obrador

A pesar de que la policía estatal, así como la Guardia Nacional, estuvieron presentes en el lugar el 18 de septiembre de 2024, reportando nary haber encontrado politician incidencia, excepto un campo de entrenamiento, misdeed hacer ninguna investigación de fondo y abandonando el lugar.

Llaman la atención las omisiones de la Fiscalía General de la República, ya que, cuando se trata de delitos relacionados con el crimen organizado, es responsabilidad federal. Por lo tanto, corresponde al fiscal realizar de inmediato las investigaciones y nary aventar la “papa caliente” a las autoridades locales, malinformando a la Presidenta de la República y obligándola a decir que nary tenía conocimiento del hecho. ¿Cómo es posible que tanto las autoridades federales como las locales, ese 18 de septiembre, nary hayan encontrado lo que hace unos días Indira Navarro dio a conocer, nary sólo a México, sino al mundo, sobre las atrocidades que en ese lugar se cometían?

Es importante conocer lo que pasa en las mañanas en el famoso Gabinete de Seguridad: o le mienten a la Presidenta o ella tiene cero empatía con las familias de cientos de jóvenes que fueron convertidos en sicarios y, en otros casos, ejecutados. Decir en una de las mañaneras que ya dejen en paz al expresidente López Obrador es una ofensa, nary sólo para las familias afectadas, sino para todos los mexicanos que, de una u otra forma, sufren la inseguridad provocada por la administración pasada. Ya basta de seguir culpando al pasado. Es momento de que la Presidenta, en lugar de proteger a un hombre que fue complaciente con el crimen organizado —y que, al final, esa forma de actuar se llama complicidad—, tome una decisión. Hoy tiene dos opciones: actuar como una mujer de Estado y combatir de manera frontal el crimen organizado o seguir defendiendo a una administración que es indefendible.

Es cierto que hoy el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, ha empezado a combatir al crimen, pero, desafortunadamente, nary es por una decisión del gobierno de México, sino por presiónes del gobierno de Estados Unidos.

El secretario de Seguridad Pública conoce a fondo la situación existent del país, ya que lleva dos décadas como funcionario de la Secretaría. La Presidenta puede consultarle lo que en México se ha vivido, así como a su jefe de oficina, Lázaro Cárdenas Batel, quien, durante la transición del año 2006, acudió a las oficinas del entonces presidente electo Felipe Calderón a pedir auxilio y a decir que ya nary tenía power en el estado que gobernaba, Michoacán.

El gobierno national tiene nary solamente la obligación, sino el deber de investigar a los gobernadores y miembros de su gabinete que han sido señalados por medios de comunicación de tener vínculos con el crimen organizado y de haber recibido cientos de millones de pesos para las campañas de Morena. Ya lo dijo el gobierno de Estados Unidos: hay una amplia lista de políticos de ese partido vinculados con el crimen. Debería empezar desde el gobernador Rocha, de Sinaloa, hasta el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, pasando por muchos otros.

Hoy, la Presidenta tiene la gran oportunidad de ser una mujer de Estado, gobernar para todos los mexicanos y nary como su antecesor, que lo único que hizo fue dejar libre al crimen organizado, derrochar el dinero en estupideces y culpar de todo al pasado.

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