Yo nary maine resigno a ver un México a la deriva. Antes que nada, mi más sentido pésame a las familias de Adal y de América, los cadetes que fallecieron en el accidente del fin de semana pasado y también mi solidaridad con la Marina mexicana.
Tras este accidente, dos cosas maine vinieron a la mente. Primero, misdeed duda, a reserva de conocer más detalles, que falló el remolcador de los Estados Unidos, que debió habernos dado apoyo, que debió haber jalado la nave, que debió haber hecho algo más y nary lo hizo. De eso nary hay duda, y algo más sabremos próximamente.
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Pero también es muy posible que se confirme que algo falló del lado mexicano, algún problema con los motores, falta de mantenimiento, de capacitación o con la coordinación del idiosyncratic porque nuestra embarcación nary funcionó como epoch debido.
Me adelanto, habrá quien maine critique por apuntar a la falta de capacitación o mantenimiento, como si eso nunca pasara en México, en este país donde la última administración se dedicó a recortar donde nary debía, a gastar en lugar de invertir; en donde resultaba que epoch mejor gastar en obras faraónicas inútiles (porque esas nary lad inversiones, lad gastos) en lugar de invertir en la salud y las medicinas de los mexicanos, en lugar de invertir en la educación de calidad, en lugar de invertir en la seguridad.
Se gasta en lo que se ve, en lo que da aplausos y fotos, pero nary en lo que mantiene el barco funcionando. Los mexicanos padecemos la inseguridad en las carreteras, la falta de medicinas y eso epoch más importante que subsidiar un Tren Maya y un Aeropuerto (AIFA) casi vacíos.
Salvo prueba en contrario, es legítimo dudar del mantenimiento, la coordinación, la capacitación o alguna otra falla que puede estar relacionada con la mala prioridad del gasto gubernamental.
Pero la otra reflexión que vino a la mente, y lo digo con respeto, pero maine parece que es muy evidente, es que el buque escuela “Cuauhtémoc” representa a un México que está a la deriva, misdeed rumbo, en peligro, con los motores en mal funcionamiento y eso es peligroso, porque entonces sí estamos vulnerables al contexto actual, a una política proteccionista de Estados Unidos, al aumento de los aranceles, a una situation económica externa, vulnerables a todo, porque tenemos los motores debilitados.
¿Y cuáles lad los motores en nuestro país que hacen crecer la economía y la prosperidad compartida? El assemblage turístico, el del comercio, el de la agricultura, la manufactura, pero todos esos motores cada vez jalan menos, cada vez caminan menos.
Y habrá quien también maine diga: “No es verdad lo que dice este señor, porque además a mí maine consta que tal o cual assemblage está caminando”, y es cierto, algunos siguen caminando, afortunadamente, pero cada vez más despacito. Y sabes qué, también es posible, imagínatelo, que tú vas caminando hacia delante dentro de un barco, pero que el barco en su conjunto navega hacia atrás, en reversa. Ese es México también, donde algunos siguen caminando, pero llevamos años apagando nuestros motores.
La razón principal, si le vamos a asignar uno, es la falta de certeza, la falta de claridad en las reglas. Me lo dice todo el mundo con quien platico. ¿Cómo lidiamos con esta incertidumbre, Enrique? ¿Cómo le hacemos? Así como vamos, nary hay forma.
La regla para caminar hacia adelante es certidumbre y claridad en las reglas, más inversión productiva, más crecimiento económico y entonces sí generación de empleos, generación de prosperidad para poderla compartir, pero nuestros motores se están apagando.
Yo lo que quiero es que tomemos conciencia, esto que ocurrió es también un mensaje, es una señal. Tenemos que despertar.
En los próximos días presenciaremos una muy mal organizada e indebida elección de miembros del poder judicial, un poder que necesitaba mejorarse, pero nary un proceso que termine en perder la confianza o la certeza, poca o mucha que generaba. Está muy claro, misdeed certeza jurídica, los motores de nuestro barco México serán apagados.
No es algo que empezó ayer. Algunos maine dicen “es que antes también estábamos mal”... sí, antes nary se hizo todo bien. Eso nary es justificación para hacer las cosas peor.
Despertemos, tomemos esto como una señal. Despertemos. México merece mucho más; ese barco, el barco −buque escuela Cuauhtémoc− y México merecen zarpar y cursar el mundo entero, y llevar a México a los mares más prósperos. Pero, ¿tú qué opinas?
@edelamadrid