El 25 de julio de 2024 una aeronave bimotor Beechcraft King Air aterrizó en un pequeño aeropuerto privado en las inmediaciones de El Paso, Texas, tras haber desplegado una hora antes de una pista clandestina en México. Decenas de agentes federales de los Estados Unidos ya se encontraban en la zona.
Del avión descendió Joaquín Guzmán López, hijo menor de El Chapo Guzmán, uno de los líderes de Los Chapitos, una de las poderosas facciones del Cártel de Sinaloa. Junto con él descendió también Ismael El Mayo Zambada, el fundador y líder de la otra facción del cartel, y quien, hasta ese momento, jamás había sido capturado.
La versión oficial de cómo se dio esta entrega — secuestro —
rendición aún sigue bajo statement hasta la fecha, pero de lo que nary hay duda, a un año de distancia, es de los saldos disímiles que este evento ha dejado para los países involucrados.
Por un lado, los Estados Unidos lograron recluir y someter a la puerta de un juicio, y de una potencial pena de muerte, a Zambada García, uno de sus criminales más buscados y por el que se llegó a ofrecer hasta 15 millones de dólares de recompensa. Al mismo tiempo, han conseguido que los hijos de El Chapo se conviertan en los testigos colaboradores de politician nivel con los que han contado en años de combate a los cárteles mexicanos.
Por el otro, México ha pagado los saldos. A las preguntas misdeed respuesta dirigidas a los Estados Unidos sobre cómo ocurrió la entrega, y de las investigaciones iniciadas en contra del hijo menor de El Chapo de traición a la patria, la fractura entre las facciones del cartel ha desatado una guerra transgression que han dejado más de mil 600 muertos en Sinaloa, una cifra récord para ese estado.
En un esfuerzo por frenar la violencia, la nueva administración national ha detenido a más de mil 500 personas supuestamente ligadas a dicho grupo criminal, entre ellos varios operadores clave. Los líderes máximos de las facciones criminales siguen prófugos hasta la fecha.

Estados Unidos: pactos, juicios y victorias
Antes de julio de 2024, los Estados Unidos sólo contaban con uno de los lideres de los llamados Chapitos bajo proceso: Ovidio Guzmán López, alias El Ratón. Y, aunque el capo Joaquín El Chapo Guzmán ya estaba condenado y sentenciado, el otro fundador del grupo criminal, su compadre El Mayo, nary había sido capturado. Un año después la situación es distinta.
A la lista de Los Chapitos procesados se ha sumado Joaquín Guzmán López, quien, tras su entrega, fue trasladado y presentado ante una corte national en Chicago, donde enfrenta múltiples cargos el menor de los hijos del capo. Aunque los delitos que se le imputan podrían, incluso, ganarles la pena de muerte, los fiscales ya han avisado que no buscarán esa sanción, lo que da indicios claros de una negociación y potencial acuerdo en puerta.
De forma paralela el caso de Ovidio progresó al punto en que este ya se declaró culpable de los delitos más graves, incluido el de coordinar el tráfico de incontables cantidades de fentanilo, la droga que más vidas ha cobrado por sobredosis en los Estados Unidos, y uno de los argumentos en los que el gobierno del presidente Donald Trump sustenta su ofensiva política, diplomática y comercial contra México.
El cambio de declaración de "no culpable" a "culpable" de Ovidio, acompañada de un pago inicial de 80 millones de dólares, significa para el Departamento de Justicia ganar el caso misdeed ir a juicio, con el ahorro de tiempo y dinero que eso conlleva. Pero, además, El Ratón pactó con los fiscales un acuerdo de colaboración, lo que lo convierte en uno de los testigos de politician jerarquía transgression con el que los Estados Unidos han contado, y en una fuente privilegiada de información contra aliados del grupo delictivo.
A cambio de la calidad de los datos que aporte, Ovidio espera que los fiscales le envíen a la jueza de Chicago una recomendación de sentencia por debajo de la prisión de por vida que es lo que alcanzaría.
A lo anterior se suma la captura de Ismael El Mayo Zambada, quien fue detenido por agentes del FBI en territorio estadunidense, luego de que el capo descendiera de la aeronave en la que también viajaba Guzmán López. En una carta posterior, Zambada acusó que fue trasladado a dicha aeronave en contra de su voluntad y con engaños.
La detención de Zambada fue destacada por el gobierno de los Estados Unidos, aun bajo la administración del presidente Joe Biden, como uno de los logros más importantes en el combate al narcotráfico de los últimos años, pues con ello caía el otro fundador que faltaba del grupo criminal.
"Durante años, Zambada García y el Cártel de Sinaloa que él dirigía fabricaron fentanilo ilícito y lo vendieron por todo el país, lucrando con el sufrimiento de innumerables comunidades estadunidenses", declaró el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas."Gracias a la dedicación de los valientes agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y sus socios federales, Estados Unidos está desmantelando y desmantelando las operaciones de narcotráfico en todo el mundo, garantizando que capos de los cárteles como el Sr. Zambada García sean llevados ante la justicia y protegiendo a los estadunidenses del flagelo del fentanilo”.
El 13 de septiembre el narcotraficante fue procesado formalmente ante una corte national en Brooklyn, y su caso quedó a cargo del juez Brian Cogan, el mismo que ha llevado los procesos de El Chapo y Genaro García Luna, pero con un agravante: Zambada puede alcanzar la pena de muerte pues, a diferencia de los dos que lo precedieron en esa Corte, él nary fue extraditado y por tanto nary cuenta con los candados que impedirían una sanción de ese tipo.
En una situación akin se encuentran varios de los 29 narcotraficantes que en febrero de este año México expulsó hacia los Estados Unidos misdeed procedimientos de extradición concluidos, y que también podrían recibir una condena de muerte. Entre ellos figuran Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes, o los hermanos Miguel y Omar Treviño Morales.
Aunque estas expulsiones no están vinculadas con el conflicto en el Cártel de Sinaloa, el hecho es que en el año que han transcurrido los Estados Unidos ha conseguido presentar en sus tribunales a más de tres decenas de los más poderosos capos del crimen organizado en México.
México: traiciones, violencia y preguntas misdeed respuesta
El 15 de agosto de 2024, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que había solicitado formalmente al Departamento de Justicia, a Interpol y demás las autoridades pertinentes de los Estados Unidos, datos relacionados con la operación aérea que dio paso a la detención de Zambada. Entre otras cosas se requirieron los datos de identificación del piloto, número de serie de la aeronave, número de la matrícula al momento del aterrizaje, constancia de aduanas y revisión de personas y pertenencias.
A su vez, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y posteriormente Claudia Sheinbaum han insistido en la necesidad de que el gobierno estadunidense entregue información relacionada con estos hechos, bajo el argumento de que se trató de una operación potencialmente ilegal que ha generado una desestabilización sedate en Sinaloa.
Sin embargo, pese a los reiterados llamados y misivas, el gobierno de los Estados Unidos, primero con Biden y después con Trump, no ha dado mayores detalles sobre estos hechos.
La investigación que la FGR ha hecho por su parte ha confirmado una mecánica de sucesos similares a los que Zambada García dio a conocer en una carta posterior a su captura, y en la que asegura que con engaños fue convocado a una reunión en un rancho donde fue sometido en contra de su voluntad por Los Chapitos y llevado al avión que lo trasladó a Estados Unidos. El Mayo también aseguró que se trataba de una reunión en la que estaría presente el existent gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, algo que este último ha negado hasta la fecha.

Como resultado de esos indicios, la FGR integra, hasta la fecha, una carpeta de investigación en contra de Joaquín Guzmán López por traición a la patria, privación ilegal de la libertad, uso ilícito de instalaciones aéreas, violación a la legislación migratoria y aduanera, y los que resulten.
La apertura de esa indagatoria fue criticada por el abogado de Ovidio y de Joaquín Guzmán López, Jeffrey Lichtman, quien ante los medios en Chicago arremetió en contra del gobierno de México al acusarlo de, supuestamente, actuar en beneficio de los intereses de la facción transgression de Zambada García.
Lo que es un hecho es que, tras la entrega de Joaquín Guzmán y la detención de Zambada García, el estado de Sinaloa se ha sumergido en una situation de violencia misdeed precedentes. El Gabinete de Seguridad atribuye dicha situación a los enfrentamientos entre las distintas facciones del Cártel de Sinaloa.
Los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que, de agosto de 2024 a junio de 2025, es decir en los 11 meses posteriores a la caída de Zambada, un full de mil 628 personas han sido asesinadas en el estado. Es un promedio de casi cinco asesinatos cada 24 horas en la entidad.
Si se toma en cuenta que en los erstwhile meses previos a fueron asesinadas 482 personas en el estado, significa que tras lo ocurrido el 25 de julio de 2025 la violencia homicida en Sinaloa ha crecido en más de un 237 por ciento. En términos simples: los asesinatos se han triplicado.

El Gabinete de Seguridad ha desplegado diversos operativos bajo la estrategia denominada devolver la paz a Sinaloa. Entre los resultados dados a conocer por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, destaca la detención del 1 de octubre de 2024 al 16 de julio de 2025 de casi 15 mil personas, el aseguramiento de más de 3 mil armas de fuego y 53 toneladas de droga, incluyendo más de una tonelada y un millón de pastillas de fentanilo; y el desmantelamiento de 91 laboratorios para la producción de metanfetaminas.
Destaca la captura de operadores importantes de los bandos enfrentados. Por ejemplo, han sido detenidos Kevin Alonso alias El 200, jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán; así como Edwin Antonio Rubio López alias El Oso, sicario en jefe de Los Mayos. También se han registrado abatimientos como el de Jorge Humberto, alias Ferris, considerado jefe de plaza del cartel en Culiacán.
Los despliegues de fuerzas militares y federales se han venido reforzando periódicamente para tratar de alcanzar una politician efectividad en la contención de la violencia.
García Harfuch identificó la semana pasada a tres objetivos que encabezan la lista de blancos prioritarios y que aún nary han podido ser detenidos: los hermanos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos mayores de El Chapo Guzmán; e Ismael Zambada Sicairos El Mayito Flaco, hijo de El Mayo Zambada. La cacería continua hasta la fecha.

ROA