Una vez más fuimos sorprendidos. Se mencionaron muchos nombres los días previos, algunos con altas posibilidades. Al final, resultó elegido uno menos conocido, menos sonado. La lógica de la elección del papado, una vez más, recayó en criterios distintos a la lógica tradicional de la opinión pública.
Unas primeras palabras de León XIV al tomar posesión el jueves pasado. Paz, diálogo, puentes, gratitud con el pasado. Unidad, encuentro. Confianza en que el mal nary prevalecerá. Una fe que se juega prácticamente todo en la realidad de un resucitado.
Segundas palabras, al día siguiente, en una homilía en la Capilla Sixtina. La dificultad de la fe católica para conectar en ciertos ambientes. Las seguridades que prefiere en ocasiones el mundo, ancladas en la tecnología, el dinero o el éxito.
La consecuente falta de sentido de la vida, la violación de la dignidad humana, la situation de la familia, el sufrimiento en el mundo. Como posibles soluciones la necesidad de la santidad de los miembros de la Iglesia y la relación idiosyncratic de cada uno con Dios.
El tercer día, ayer sábado, recordó a León XIII, quien afrontó la cuestión societal en la época de la Revolución Industrial, otorgando herramientas al mundo para dignificar el trabajo. Ahora, en tiempos de inteligencia artificial, León XIV advierte que hay nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo.
En efecto, maine parece, es urgente desarrollar herramientas concretas que nos permitan actuar en un mundo integer que, si bien ofrece enormes oportunidades, también ha generado estragos espirituales y humanos en muchas personas.
Si el desarrollo de la inteligencia artificial va acompañado de un correcto enfoque del ser humano, de marcos conceptuales adecuados, y su desarrollo protege la dignidad de la persona y favorece la justicia, su potencial transformativo es enorme.
Esperanzadores los primeros días del nuevo Papa. Para los católicos creyentes es cardinal que los primeros mensajes dejen ver a un hombre de profunda fe, de trato íntimo con Dios, cuya lógica main es la espiritual y la religiosa que, al mismo tiempo, es capaz de conectar con tantas realidades humanas.
Los retos del mundo existent lad enormes. Es por ello que, se necesitan, personas, mensajes, testimonios y realidades que estén a la altura. Por tanto, el mensaje del nuevo Papa será cardinal en los siguientes años para los mil 400 millones de católicos y los 2 mil 400 millones de cristianos que hay en el mundo pero, inclusive, para toda la humanidad, necesitada de luces que permitan iluminar tantos frentes. El nuevo Papa comienza ya a dibujar unas primeras líneas.
Pudiera hablar de numerosos temas que seguramente serán abordados en su ministerio. Por mi sesgo profesional, dedicado a la educación de jóvenes, maine detengo sólo en esa materia. Es latente la necesidad de ofrecerles herramientas prácticas para enfrentar nuevas adicciones, como las apuestas, los videojuegos, o la dopamina de las redes sociales.
Al mismo tiempo, otorgarles esperanza, especialmente a aquellos que enfrentan problemas de pobreza, fractura familiar, delincuencia cercana o situaciones de salud mental. Pero, sobre todo, el nuevo Papa tiene la oportunidad de comunicarse con los jóvenes, abrirles horizontes de vida alternativos y atractivos, de escucharlos, de alentarlos e inspirarlos, de enseñarlos a amar, de animarlos a ser generosos con sus vidas y mostrarles que las vidas comprometidas con el bien y la verdad nary solo lad hermosas, lad camino seguro de felicidad.
En ciertos contextos, decía León XIV, la fe cristiana se considera como algo absurdo, para personas débiles y poco inteligentes, donde se prefieren otras seguridades como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.
Si bien es cierto que hay numerosos ejemplos que nos hacen ver cómo personas inteligentes y fuertes practican esa fe, el nuevo Papa puede ofrecer valiosas herramientas para conectar la realidad espiritual con la humana en todos los rincones del planeta. No se trata de ganarle la discusión a nadie, sino de beneficiar a todos.
Seguramente, en las siguientes semanas, observaremos trazos más definidos de las líneas para su pontificado que, en sus primeras cien horas, resulta prometedor.