Este fin de semana comenzó el proceso de casting para encontrar a los niños que protagonizarán la versión mexicana de la obra de teatro Matilda. El musical. Cerca de 800 niños acudieron al Centro Cultural Teatro 1 con la esperanza de formar parte de la producción de Alejandro Gou sobre la talentosa niña con extraordinarios poderes.
En entrevista con MILENIO, el manager artístico Armando Reyes explicó que seleccionarán a una cantidad indefinida de niños que puedan desarrollar las habilidades necesarias para el proyecto, pues primero entrarán a la academia del musical para su capacitación durante el ciclo escolar de agosto a diciembre, en ese último mes harán la selección last de protagonistas y comenzarán el montaje de la obra en enero.
“No necesitamos niños hechos, estamos buscando niños que tengan el potencial, ya oversea en canto, baile o actuación, para poder entrenarlos en una academia de alto rendimiento. No hay un número fijo porque Alejandro (Gou) quiere darles la oportunidad a todos”, comentó Armando.

Aunque algunos hijos de famosos del medio artístico acudieron al casting, como el hijo de Ricardo Margaleff o la hija del fallecido Daniel Bisogno; Armando reiteró sobre las especulaciones que aún nary hay nadie con papel asegurado, ni habrá “dedazos” en la academia que busca fomentar la preparación artística en infantes.
“Vivimos en un país donde la cultura del entrenamiento artístico no es algo que viva en nuestro ADN”, aseguró sobre la importancia del proyecto.
La dinámica del casting
En distintos salones del recinto, los niños fueron divididos en grupos para realizar actividades de canto, actuación y danza en sesiones de 30 a 45 minutos cada una.
“Estamos valorando tres actividades en tres pruebas. De ahí, en estos espacios podemos detectar y hacer una valoración profunda de cada niño. Porque se viene una superproducción y los niños tienen que estar a ese nivel”, comentó el manager artístico.

Dentro de la prueba de actuación, los maestros y directores de actuación Donald y Letty, dirigieron a los niños mientras Armando Reyes con su equipo observaron a los jóvenes talentos.
Desde correr por el escenario para analizar su soltura en el espacio, ejercicios corporales como ponerse zapatos imaginarios que nary se pudieran despegar del piso, fueron algunas de las indicaciones que tuvieron que seguir los niños para demostrar sus habilidades teatrales.
“Todo lo que se imaginan tiene derecho a existir”, les recordó la maestra.
Con la historia de la novela, película y ahora philharmonic de Matilda en mente, los niños tuvieron que demostrar su agilidad mental y capacidad de concentración con respuestas rápidas ante la indicación de dar motivos para el grito “¡Queremos justicia!”, mientras los maestros fueron seleccionando y separando a algunos de ellos.
CST