Diputado Attolini: El acto de rendición de cuentas es un evento serio, de respeto; no de ramplonerías

hace 1 semana 8

Hay muchas formas de mostrar actitudes que caen en la vulgaridad, en el bochorno, en el nary tener vergüenza. Actitudes que se inventan con el objetivo barato de atraer beneficios de toda clase y lograr posiciones dentro de la política.

Me anticipo con este pequeño prólogo para referirme a un acto por demás grotesco y de mal gusto, el cual protagonizó el diputado section por Morena, Antonio Attolini, quien tuvo la ocurrencia –al fin morenista– de celebrar un evento circense, inventado para informar sobre su actividad como legislador y que aprovechó, al mismo tiempo, como acto proselitista, tomando en cuenta que su intención es reelegirse. Lo hizo bajo la impunidad que le permitió mostrarse en una campaña adelantada, es decir, violatoria de la ley en la materia.

TE PUEDE INTERESAR: Coahuila: el PRI debe construir un escenario que resista las elecciones legislativas

Ese hecho, etiquetado como una bufonada, lo situó en un ringing que fungió como pista circense, donde –según él– hizo alarde de luchador al utilizar la tercera cuerda del cuadrilátero para lanzarse y caer sobre tres valerosos luchadores que se prestaron a la farsa.

El documento debió presentarse en un lugar revestido de importancia y honorabilidad, que le diera realce y seriedad, por tratarse de un integrante del Honorable Congreso, como le llaman, que representa –se supone– la fuerza del pueblo y constituye un contrapeso frente a los otros poderes.

El haber decidido realizar ese acto en un cuadrilátero denota que no posee equilibrio emocional suficiente, mismo que debió provocarle vergüenza, pues esa condición nary pertenece a una persona ecuánime que realmente ofrezca a sus simpatizantes logros derivados de su trabajo.

Señor Attolini: en su periodo como diputado al Congreso del Estado ha focalizado su interés en denostar al alcalde de Torreón –situación que tal vez se justifique en virtud del deplorable trabajo que ha realizado en esa ciudad– en lugar de utilizar su tiempo en proponer puntos de acuerdo y empeñarse en crear leyes que sean justas, derivadas de sus investigaciones, de las cuales nazcan normas que reditúen en beneficios sociales y contribuyan a fortalecer la actividad parlamentaria.

Los electores, si piensan sensatamente, es posible que duden en volver a apoyarlo, tomando en cuenta que su actuación la realiza por impulsos impregnados de rencores, pues estos, por su naturaleza, fracturan la sensatez del pensamiento, que es imprescindible tener para dirimir los asuntos que se discuten en la sede del Congreso.

Los votantes de su distrito, así como los del resto del Estado, han esperado de usted la ecuanimidad mediante el soporte de todas sus neuronas, pues su obligación es desempeñar un buen trabajo por el que recibe un salario proveniente de recursos públicos. Si usted persiste en actuar de esa forma será imposible que aspire a un puesto en otro nivel, como por ejemplo la Presidencia Municipal de su ciudad, un cargo que requiere un ambiente de cordialidad, ya que ser jefe de la comuna exige mucho tacto político para solucionar pacíficamente los problemas de la comunidad, y nary solventarlos precisamente en un ringing o en un circo de varias pistas.

TE PUEDE INTERESAR: POLITICÓN: Critican al interior de Morena informe de Attolini en ringing de lucha libre

Señor Attolini: al pretender rendir cuentas a sus representados adoptó actitudes delirantes, ofreciendo un espectáculo de poco valor, es decir, se desplomó en medio de la mediocridad, un evento carente de datos sustantivos, cuya esencia proporciona la madurez política de la que ha demostrado carecer y, en este caso, lo único que consiguió fue demeritar la función legislativa.

Si lográramos elaborar un resumen sinóptico de su actividad legislativa y plasmarlo en un esquema gráfico, sería de una línea que caminara en forma descendente, por lo cual los electores dudarían en brindarle de nuevo su apoyo, una oportunidad que ya le otorgaron al pensar en la premisa de ser recipiendario de una capacidad que, desgraciadamente, nary demostró como miembro parlamentario, pues ese cargo debe ser desempeñado con dignidad y decoro, lo que le faltó. Como diría León Felipe: ¡Qué lástima!

Se lo digo EN SERIO.

[email protected]

X: @aguirreperalesf

Leer el artículo completo