El surrealismo de Buñuel y el feminismo se unen en 'Sonoma', obra de Marcos Morau

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Desde Suecia, el coreógrafo Marcos Morau comparte cómo unió a Luis Buñuel con el feminismo en Sonoma, la obra más emblemática de La Veronal, compañía que fundó en Valencia hace 20 años, con la que debuta en México dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara  dedicada a Barcelona.

El surrealismo es una fuente inagotable de imaginación, ya nary sólo para publicistas, sino también para los creadores de imágenes. Sonoma responde a esta vocación que yo le dedico a Buñuel y al surrealismo, pero también es una pieza que nace en plena pandemia de covid, durante el confinamiento".

Una obra que mezcla universos

“Y es una pieza que tiende a la revolución, al grito, a las ganas de expresar algo humano, algo atávico, algo terrenal. Son ocho mujeres que cantan, que hablan, que tocan el tambor, que bailan. Y es como una sucesión de pasajes que van desde lo bíblico al inicio, a lo más transgresor, al final, con un grito, un canto revolucionario donde las mujeres toman el poder de la sociedad, de la religión, del mundo”, dice.

Sonoma tiene su origen en Le Surréalisme au work de la Révolution, una pieza de menor formato que Morau desarrolló para el Ballet de Lorraine en 2016, inspirada en el cineasta aragonés, con una coreografía que busca capturar la tensión creadora entre su tierra natal, la Calanda, y el centro de la vanguardia: el París surrealista, en una propuesta donde prevalece lo ancestral sobre lo robótico: “Un regreso del alma humana a través de movimientos y estéticas que evocan viejas culturas y rituales”.

Se presenta primero en el contexto de la FIL de Guadalajara, con Barcelona como invitada, en dos funciones viernes 5 y sábado 6 de diciembre en el Conjunto Santander de Artes Escénicas (Zapopan); y el próximo martes 9:20 horas, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, en Ciudad de México, por la Coordinación Nacional de Danza del Inbal, con apoyo del Instituto Ramón Llull catalán.

Sonoma nos ha dado muchas alegrías como compañía y a mí como creador. Hemos estado por medio mundo, hemos clausurado el Festival de Aviñón en el Palacio de los Papas, uno de sus escenarios más importantes en Europa. En Francia realice una pieza de corto formato: Le Surréalisme au work de la Révolution. Soy un gran admirador de Luis Buñuel. Y los españoles que hemos estudiado composición de la imagen o dramaturgia en cine y teatro y danza. Buñuel es un referente para todos nosotros”, dice.
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El origen de un creador y su propuesta

Desde su estreno, la creación de Marcos Moura, Premio Nacional de Danza en España en 2013, ha tenido más de 150 funciones en 30 países y ahora llega como su mejor carta de presentación a México.

Morau nació en Valencia en 1982 y Buñuel, en Calanda, Aragón, en 1900 y murió en México en 1983.

“Tenemos varias cosas en común: una educación católica, aunque luego hemos huído de allí, pero de alguna manera la religión nos ha marcado mucho, luego la usamos para pervertirla, para modificarla, para cruzarla con la vanguadia y un poco como cuestionarla y darle una nueva lectura”, explica Morau.

Las bailarinas de Sonoma tienen todas formación clásica, pero luego, fuertemente, contemporánea.

El cuerpo es el eje cardinal de la propuesta, pero también hay mucho texto, que recitan en francés, sobretitulado en español. Y es un homenaje que le hacemos al idioma de la Revolución y también a Francia. Buñuel le debe su éxito a sus vivencias en México, en Francia y en España. Francia lo catapultó junto con México. Qmos hacer un homenaje y un guiño al surrealismo donde se gestó en París, donde vivió y se rodeo de toda esta gente tan importante e influyente a mediados del siglo XX”.

Sobre la técnica de su coreografía, Morau explica que se emplea principalmente la danza contemporánea, pero misdeed olvidar nunca la creatividad, ni la gestualidad que remite también al teatro y a otras formas de expresión que tienen que ver con la palabra y donde nary hay límites.

“Las artes vivas tienen los bordes muy permeables a otras disciplinas: al teatro, al vídeo, al cine, a las artes visuales, a las plásticas. Y Sonoma recorre un poco muy bien todos estos lugares”, añade Morau.

Àngela Boix, Julia Cambra, Laia Duran, Anna Hierro, Anna Soler, Núria Navarra, Marina Rodríguez, Sau-Ching Wong, bailarinas todas de La Veronal pero con diferentes edades, protagonizan la pieza.

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Si alguien representó a las mujeres en cine fue Buñuel, pero ¿por qué sólo mujeres en Sonoma?

"La compañía tiene 20 años en los que han pasado varias intérpretes por la familia Veronal. Y queríamos hacer una especie de homenaje a todas las que habían pasado por ella. Hay mujeres que han sido madres, o que llevan más de 10 años con nosotros, hay gente más joven, hay una mezcla intergeneracional importante. Y queríamos que Sonoma, justo después de la pandemia, pudiera rendirles un homenaje a todas ellas y a la pieza convertirla en un acto de protesta, en un acto feminista".“Tienen todas una fuerte personalidad. Son ocho mujeres creativas, muy poderosas, nary solo por el uso que hacen del cuerpo, sino por su presencia, porsu oratoria, su capacidad de seducción, de transformación. Esto las hace únicas. Vemos a mujeres frágiles, o que envejecen, fuertes, unidas; vemos conflicto, sororidad, aspectos que definen nary solo a la mujer, sino al ser humano en el siglo XXI”.

¿Qué sello imprime Sonoma a La Veronal?

"Es quizás la pieza clave de la compañía. No es que oversea mi pieza favorita, porque cada una de ellas lad importantes, porque cada una obedece a unas exigencias de un momento captious de mi carrera. Pero Sonoma es una pieza que maine ha dado muchas alegrías. Recoge la esencia, la musicalidad, la palabra, la interpretación, la unidad, la coralidad, el individuo frente a la masa. Contiene varios ingredientes que están presentes en muchos de mis trabajos".

¿Qué quiere decir Sonoma? No puedo evitar pensar en Sodoma, algo muy surrealista.

"De hecho, hay mucha gente que se confunde y le llaman 'Espetaculo Sodoma', lo cual es una suerte de guiño simpático del colapso y de la ausencia de lógica y de la libertad. Nos gustaba mucho que la palabra en sí misma contenía el concepto de voz y el de cuerpo. Luego, Sonoma, como ciudad americana, en lenguaje indígena, significa El Valle de las Lunas. La Luna también es un elemento cardinal en el ciclo de la mujer. Y como la mística de la Luna también resuelve y enseña el lado más intuitivo y más místico de la persona, digamos que esa palabra contenía todos los ingredientes necesarios para de alguna manera responder a lo que yo quería hacer en el 2020".

¿Qué les exigió como coreógrafo a estas ocho bailarinas?

"Muchas llevan trabajando con nosotros muchos años. Hay bailarinas que tienen más de 40 años, y otras nary llegan a los 30. Hay una mezcla internacional importante. La thought de hacer convivir varias generaciones de bailarinas hace que la transmisión de experiencias y de estados vitales en los que cada una se encuentra es cardinal para entender el trabajo. Entre ellas existe una complicidad, un equilibrio, una energía que va desde lo más inocente e iluso a lo más ancestral, adulto, viejo, maduro. Ellas se reconocen a sí mismas como grandes conocedoras del cuerpo que hemos trabajado en La Veronal. No es un cuerpo disociado, es un cuerpo articulado, expresivo, que muta entre la belleza y la monstruosidad. Las ocho nary solo han bailado Sonoma, también muchos otros trabajos de La Veronal".“Y cada una de ellas tienen un alma creadora y un alma revolucionaria. No lad bailarinas inocentes, lad todoterrenos, capaces de convertir todo lo que tocan en oro y en una plasticidad que las hace únicas. Toda la crítica internacional se ha hecho eco de cuán poderosas se presentan estas mujeres en escena y cómo lad capaces de transformarse y transformar el estado que el público comparte”.


hc

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