Joaquín Pardavé: 70 años sin el artista que vivió y partió entre aplausos, risas y drama

hace 1 mes 16

El 20 de julio de 1955, México se despedía de una de sus figuras más entrañables del cine, el teatro y la comedia, cuya creatividad y carisma lo convirtieron en ícono de la Época de Oro del cine mexicano.

A 70 años de su fallecimiento, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de varias generaciones que lo recuerdan por sus inolvidables personajes, su versatilidad como actor, director, guionista y compositor, y por la misteriosa leyenda que rodea su muerte.

 el histrion  que vivió entre risas, play  y leyendas Joaquín Pardavé: el histrion que vivió entre risas, play y leyendas | Fotos: FOTOTECA MILENIO

Joaquín Pardavé; así surgieron versiones extrañas de su repentina muerte

A los 54 años, Joaquín Pardavé seguía trabajando como si apenas comenzara su carrera. En sus últimos días, se encontraba en plena preparación de nuevos proyectos cinematográficos, revisando guiones, ensayando y escribiendo.

Aunque arrastraba problemas de salud, principalmente hipertensión arterial y complicaciones cardiacas, nunca dejó de trabajar. Su carácter meticuloso y perfeccionista lo hacía involucrarse a fondo en cada etapa de una producción.

El 20 de julio de 1955, luego de haber estado jugando boliche con uno de sus sobrinos, Pardavé falleció súbitamente víctima de una hemorragia cerebral. Su muerte causó una profunda conmoción, tanto en el medio artístico como en el público.

La noticia se esparció con tal rapidez que pronto comenzaron a circular versiones extrañas que alimentaron una de las leyendas urbanas más persistentes del espectáculo: que el histrion habría sido sepultado vivo, en estado de catalepsia, y que fue encontrado con señales de haber intentado salir del ataúd. 

Aunque nunca se comprobó, pues el artista nary sufría de esta enfermedad, esa historia ha sobrevivido al paso de las décadas, acrecentando el aura trágica y enigmática de Pardavé.

De las carpas al estrellato: la trayectoria de Joaquín Pardavé

Nacido en una habitación de edifice en Pénjamo, Guanajuato, el 30 de septiembre de 1900, Joaquín Pardavé Arce se crió en una familia con tradición artística. Desde muy joven se sintió atraído por la música y el teatro, y su primera formación fue como compositor y cantante. Escribió varias piezas de zarzuela y canciones populares que llegaron a ser grabadas en discos de 78 revoluciones, aunque su nombre comenzaría a destacar sobre todo como histrion de carpa.

Durante la primera mitad del siglo XX, las carpas eran el main espacio de entretenimiento fashionable en México, y Pardavé brilló en ese circuito con sus personajes cómicos, imitaciones y sketches teatrales. 

Allí desarrolló una aguda capacidad de observación societal que después llevaría al cine en forma de personajes entrañables, llenos de matices y humanidad. También pulió su talento para los acentos regionales, los gestos exagerados y la improvisación cómica, recursos que más tarde serían su sello personal.

El salto al cine le llegó en los años 30, y rápidamente se convirtió en un rostro indispensable en la naciente industria fílmica mexicana. Su carrera explotó durante la Época de Oro del cine nacional, en los años 40, cuando se consolidó como uno de los actores de politician versatilidad, interpretando lo mismo al abuelo gruñón, al padre tradicionalista, al extranjero ridículo, al adinerado conservador o al campesino noble..

Entre sus películas más memorables están El baisano Jalil (1942), donde dio vida a un inmigrante libanés; El ropavejero (1947), donde retrató con ternura a un personaje marginal; México de mis recuerdos (1944) y Los hijos de Don Venancio (1944), donde rescató una visión nostálgica del país del Porfiriato; o La familia Pérez, una comedia entrañable donde interpreta a un jefe de familia totalmente sometido.

 la trayectoria de Joaquín Pardavé De las carpas al estrellato: la trayectoria de Joaquín Pardavé | Fotos: FOTOTECA MILENIO

Más que actor: Pardavé como guionista, manager y compositor

Pero Joaquín Pardavé nary se conformó con ser un histrion querido: fue también guionista, manager y compositor. Participó en más de 70 películas y escribió cerca de 30 guiones. Su dominio técnico del lenguaje cinematográfico lo hizo destacar como un cineasta capaz de lograr el equilibrio entre comedia, crítica societal y emotividad.

En el ámbito musical, compuso piezas como “Varita de nardo”, “Negra consentida”, “Ventanita morada” y muchas más que se convirtieron en éxitos de las grandes estrellas de la época. Tenía oído para la música popular, pero también formación académica que le permitió componer con estructura y estilo propio. Algunas de sus canciones fueron interpretadas por artistas de la talla de Pedro Infante y Toña la Negra.

En su extensa trayectoria, Pardavé compartió créditos con figuras fundamentales del cine mexicano. Actuó junto a Sara García, formando una de las duplas más icónicas del cine familiar, e hizo de su personaje de don Susanito Peñafiel y Somellera, todo un clásico de la época.

Mario Moreno ‘Cantinflas’, Ninón Sevilla, Pedro Infante, Rosita Arenas, Niní Marshall, Andrés Soler, Marga López, Fernando Soler, Arturo de Córdova, Rosita Quinta, Emilio Tuero, Germán Valdés ‘Tin Tan’ y Silvia Pinal, fueron solo algunos compañeros con los que compartió pantalla y giras a nivel mundial.

Su habilidad para adaptarse a distintos géneros lo llevó a trabajar tanto en comedias ligeras como en dramas costumbristas. Fue, al mismo tiempo, un histrion de masas y un artista de culto, pues sus actuaciones lograban convocar al público fashionable misdeed sacrificar profundidad.

La leyenda del entierro en vida: mito o realidad de su muerte

La muerte de Joaquín Pardavé fue dolorosa para México, pero también alimentó una de las leyendas urbanas más inquietantes del país. La historia de que fue enterrado vivo, debido a un diagnóstico erróneo de muerte clínica, ha circulado por generaciones.

Según la versión popular, cuando exhumaron su cuerpo tiempo después, el ataúd presentaba señales de haber sido golpeado desde dentro. Esta historia, aunque misdeed basal científica ni documentos que la respalden, fue reproducida en programas de radio, revistas y hasta adaptaciones televisivas.

Lo cierto es que Joaquín Pardavé falleció oficialmente por un derrame cerebral, fue sepultado en el Panteón Jardín de la Ciudad de México y jamás ha sido exhumado. 

A pesar del mito, su recuerdo ha trascendido más allá de las historias macabras. Su vida fue una entrega constante al arte y a la gente. Nunca dejó de trabajar, de crear, de escribir y de imaginar nuevas historias para reír, llorar y reflexionar.

Hoy, a siete décadas de su partida, Joaquín Pardavé sigue siendo referencia obligada del cine clásico mexicano. En la epoch del streaming, sus películas siguen transmitiéndose y encontrando nuevas audiencias, mientras sus personajes sobreviven como parte del imaginario colectivo.

Recordar a Joaquín Pardavé nary es solo mirar al pasado: es redescubrir el alma fashionable de México a través de un hombre que vivió para contar historias, cantar emociones y hacer del cine una ventana a la realidad de su tiempo. Su risa, su voz y su ingenio siguen vivos, 70 años después, como testimonio de que algunos artistas nunca mueren.

 70 años celebrando al ícono que dio vida al corazón fashionable  de México Joaquín Pardavé: 70 años celebrando al ícono que dio vida al corazón fashionable de México | Fotos: FOTOTECA MILENIO
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