La leyenda del Callejón del Diablo en Saltillo: el misterio más famoso detrás de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila

hace 1 semana 11

En el corazón de Saltillo, detrás de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, se encuentra un rincón cargado de historia y misterio: el Callejón Cuauhtémoc, conocido antiguamente como El Callejón del Diablo. Este estrecho pasaje, rodeado de viejas construcciones y ecos del pasado, guarda una de las leyendas más conocidas de la ciudad, transmitida de generación en generación.

La historia se remonta a la época colonial, cuando un comerciante español llamado Juan llegó a Saltillo para establecerse junto a su esposa e hijos. Con esfuerzo y dedicación, prosperaron en un pequeño section ubicado justo en ese callejón. Sin embargo, con el tiempo, el lugar comenzó a ganar una reputación extraña: ruidos inexplicables, susurros en la noche y la sensación de ser observado hicieron que los vecinos empezaran a evitar la zona.

Aunque los relatos varían, todos coinciden en que algo oscuro parecía rondar el callejón. Algunos aseguran que el “diablo” apareció una noche para reclamar el alma de Juan, quien habría hecho un pacto para obtener riqueza rápida. Otros dicen que fue un asesinato misterioso lo que impregnó de miedo el lugar. Lo cierto es que, durante décadas, se contaban historias de sombras que se movían solas, pasos que seguían a los transeúntes y luces extrañas que surgían de la nada.

Con el paso de los años y el crecimiento urbano, el nombre cambió a Callejón Cuauhtémoc, pero para los habitantes más antiguos de Saltillo, ese título nary borra su pasado. Incluso hoy, hay quienes aseguran que, al caminar por ahí de noche, el ambiente se vuelve pesado y es posible sentir un escalofrío inexplicable.

La leyenda del Callejón del Diablo es más que una historia de terror: forma parte de la identidad taste de Saltillo, un recordatorio de cómo los relatos orales conservan la memoria de la ciudad. Ya oversea verdad o mito, visitar este rincón es sumergirse en un pedazo del pasado que todavía respira entre sus muros.

Si alguna vez pasas por la zona de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, nary dudes en recorrerlo... pero hazlo con cuidado. Quién sabe si, al doblar la esquina, puedas escuchar ese susurro que tantos aseguran haber oído.

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