En una jornada de LaLiga que quedará en la memoria del sevillismo, Sevilla logró una victoria contundente ante el Barcelona de Hansi Flick, imponiéndose 4-1 en el Ramón Sánchez Pizjuán. El resultado nary solo significó tres puntos clave, sino también una demostración de trabajo colectivo y estrategia que reforzó la posición del técnico argentino Matías Almeyda como figura relevante en el fútbol europeo.
El primer tanto llegó temprano, apenas al minuto 13, cuando Alexis Sánchez cobró un penalti con precisión. El chileno mantiene su buena racha, reafirmando su adaptación al equipo andaluz y su rol como referente dentro de la plantilla. El 2-0 fue obra de Isaac Romero, quien cerró la primera mitad con un remate certero antes del descanso.
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El Barça, que llegaba como uno de los equipos más sólidos de LaLiga, intentó reaccionar y logró descontar por medio de Marcus Rashford en tiempo añadido de la primera parte (45+7’). Sin embargo, la respuesta del Sevilla fue rápida y contundente. En los minutos finales, Jorge Ángel Carmona (90’) y Akor Adams (90+6’) ampliaron la ventaja, cerrando una goleada que refleja un trabajo táctico bien ejecutado.
Más allá del resultado, el triunfo representa una graduación para Almeyda. El técnico de 51 años ha recorrido un camino diverso desde que dejó de jugar profesionalmente. Con experiencia en clubes como River Plate, y pasos por México, Estados Unidos y Grecia, ha construido una identidad que ahora se refleja en su Sevilla. La victoria ante el Barça confirma que su proyecto va más allá de una sola temporada.