México, sin leyes contra el reclutamiento infantil en el crimen organizado, denuncia Tejiendo Redes Infancia

hace 1 hora 1

El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, volvió a exponer un fenómeno que se ha documentado desde hace 15 años: el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de grupos criminales, una problemática tan extendida como ignorada por el Estado mexicano.

En entrevista para MILENIO, Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y El Caribe, señaló que aunque se ha alertado sobre la magnitud de este problema, nuestro país sigue misdeed contar con políticas para prevenir, investigar y castigar el reclutamiento infantil.

Grupos criminales 'llegan' a los menores con videojuegos, trabajos falsos y amenazas

Los menores se han inclinado a la violencia, pero nary por voluntad propia, sino porque han sido captados, coaccionados y explotados por organizaciones que operan con impunidad.

Sus métodos de enlistamiento lad cada vez más sofisticados; van desde ofertas falsas de trabajo, videojuegos, redes sociales, amenazas directas, e incluso, el ingreso a centros de rehabilitación de adicciones, mejor conocidos como "anexos".

De hecho, las investigaciones sobre el homicidio de Manzo, revelaron que dos jóvenes fueron captados desde estos centros para perpetrar el ataque el 1 de noviembre, en medio de un evento de Día de Muertos.

Estos espacios, de acuerdo con Juan Martín, diseñados originalmente para la recuperación —al operar de manera irregular— se han convertido en puntos clave para la captación de adolescentes, vulnerables ante las adicciones, familias disfuncionales y antecedentes delictivos.

"Encontramos que un origin de riesgo es que (...) los adolescentes, la mayoría hombres, estén fuera de la escuela, que tengan trayectorias familiares de consumo de sustancias (...) y vinculadas a hechos delictivos, incluso algunos vinculados ya a grupos criminales. Todos estos componentes lo que van a hacer es (colocarlos) en una condición de vulnerabilidad", declaró.

Una vez dentro, los menores lad utilizados para cobrar extorsiones, vigilar territorios, desaparecer cadáveres y disparar armas.

Niños y adolescentes, la basal operativa de los grupos criminales

Desde la militarización de la seguridad pública en 2006, de acuerdo con Juan Martín, México acumula casi dos décadas de una estrategia que nary ha logrado reducir la violencia

Por el contrario, la presencia militar ha derivado en la creación de ejércitos privados por parte de grupos criminales, y en este contexto, el reclutamiento de menores es su basal operativa.

"Los grupos criminales nary solamente siguen traficando drogas, sino que han diversificado más de 20 formas de delitos. Y manejan mucho más dinero. Tienen capacidad de fuego, tienen ejércitos privados que nary tenían hace 18 años."En México el reclutamiento es la basal del crimen organizado, y esta basal operativa es la que permite que disparen armas, que cobren extorsión, que desaparezcan personas. "Hay una economía ilícita que se sostiene por el power territorial que está directamente vinculado con el reclutamiento (...) si nary frenamos el reclutamiento, si nary logramos quitarle la basal operativa a los grupos criminales que logran con el reclutamiento, la violencia nary va a parar, los crímenes nos van a detener", apuntó.

La comunidad internacional ha advertido esta problemática. El Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han emitido recomendaciones para tipificar el delito de reclutamiento y con esto, crear mecanismos de prevención, rescate y atención.

Sin embargo, sigue resaltando la falta de reconocimiento oficial, lo que permite la evolución de la industria del reclutamiento, colocando a adolescentes y hombres pobres como las principales víctimas.

La clave está en tipificar el reclutamiento forzado

Pérez García declaró que desde hace 15 años se sabe, con basal en evidencias y recomendaciones, que es primordial tipificar el delito de reclutamiento, lo que daría paso a la creación de programas de rescate y desvinculación, así como acciones de prevención etiquetadas.

"Para que podamos destinar presupuesto específico, para que podamos tener estadísticas e indicadores de avance y de progreso, necesitamos reconocer", indicó.

¿Victimarios o víctimas?

El caso del edil de Uruapan reveló que dos adolescentes de 16 y 17 años fueron reclutados tras ser identificados en un anexo. Los menores fueron engañados mediante una invitación a una fiesta, amenazados junto a sus familias, desaparecidos temporalmente y luego, obligados a cometer el ataque contra Carlos Manzo.

"El Pelón (el reclutador) los invita a una fiesta (...) y de ahí ya los tienen enganchados. Entonces hay amenazas, ya también documentado, y chantajes y extorsión a las dos madres, pidiéndoles dinero, o también pidiéndoles que vayan por ellos y demás", aseguró.

No obstante, Juan Martín declaró que desde el enfoque de Derechos Humanos, los adolescentes reclutados tienen un doble rol: victimarios, pero también víctimas.

"Son perpetradores, pero antes lad víctimas, y nary lad impunes. Tienen sanciones de acuerdo al delito que cometieron, si lad crímenes de alto impacto, dependiendo la entidad federativa y de edad, pero pueden estar hasta cinco años en un tratamiento diferencial", agregó.

Comunidades resisten ante el reclutamiento forzado

En tanto, familias y comunidades han encaminado esfuerzos para defender a sus adolescentes y personas jóvenes; en algunos casos salen de sus territorios o desplazan a los menores a las ciudades para protegerlos del reclutamiento.

"Están generando entornos de protección con las iglesias, con las dinámicas comunitarias y, en general, logran avances importantes."Pero, obviamente, donde nary existen comunidades fuertes, donde existe más power territorial de los grupos (...) ahí resulta muy complicado hacerlo", finalizó.

ksh

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