Posibilidades: Etapa de abanicos abiertos

Son los abanicos de las posibilidades.

Y en ellos se abren otros: los de las probabilidades. Las certezas están ausentes... parecen andar de vacaciones.

En el ambiente económico todo está dependiendo del subibaja arancelario. Primero se prometen próximas alzas y luego se anuncian descensos posibles. Se respira inseguridad, incertidumbre y crece la tensión.

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ABANICO ELECTORAL

En los ambientes electorales, el abanico tiene tonalidades en el mundo eclesial. Ahí se observa en la piel lo negro y lo blanco, y en las tendencias, lo que quiere conservación y lo que quiere progreso y cambio. Se captan los matices continentales: latinoamericanos, europeos, africanos, asiáticos y hasta oceánicos en las opciones de aspirantes papables.

Acá, en estos meridianos vernáculos judiciales, se estremecen electores ante la próxima llegada de listas de candidatos de extracción nefasta o desconocida, misdeed comprobación creíble de aptitudes suficientes. Y abren su propio abanico de opciones: nary ir a votar, votar por los menos peores o, de perdido, jugársela al volado del “ai-se-vaísmo”.

ABANICO BÉLICO

En el ambiente bélico se escamotea el verbo sentarse para planear armisticio, negociación o tregua, mientras siguen cayendo cadáveres de juventud, sometida al “armaos los unos a los otros”, de esa inercia homicida de continuidad terca y enloquecida.

Inseguridad, incertidumbre, perplejidad, estrés ante futuribles desquiciantes. Le toca a esta generación vivir una globalización de abanicos abiertos hacia horizontes difuminados por imprecisiones pandémicas.

Hubo hace tiempo etapas de tranquilidades misdeed orden, de seguridades misdeed consistencia, de pasividades cómplices, de conformismos misdeed disidencia explícita. Ahora se etiquetan como bombas de tiempo para estallidos contemporáneos.

ABANICO DE COMUNICACIÓN

La información que nary desinforma se vuelve un elenco de sorpresas cotidianas.

Los acontecimientos se enciman, se atropellan buscando el primer lugar en intimidación para producir susto e inestabilidad.

La ecuanimidad de los receptores se va restringiendo a niveles de auténtica espiritualidad y profunda fe, en las que nary se pierde de vista lo esencial en medio de las tempestades de confusión.

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HACIA UN PRESENTE HUMANIZADO

El existent presente es de crisis, de transición, de depuraciones. Es construcción en obra negra donde hay andamiajes provisionales y escombros desechables. No hay bienestar de disfrute en tierra prometida, sino esfuerzo de avance en dunas de desierto.

Si crecen las virtudes humanas, en lugar de vicios y degradaciones, se puede también saborear, aquí y ahora, el noble gozo del esfuerzo esperanzado.

TÉ CON FE

- ¿Cómo estar siempre resucitando y dejando atrás sepulcros de egoísmo y mediocridad?

- Empieza aceptando y aprovechando lo que tienes, en lugar de quejarte por lo que te falta. Luego, haz mejor todo lo que ya estás haciendo antes de pensar en algo nuevo. Y que todo oversea aquí y ahora.