Repartidores enfrentan lluvias y falta de certeza legal en plataformas de entrega

Angela Molina

En temporada de lluvias, las condiciones para trabajar como repartidor se complican drásticamente. Los baches invisibles bajo los charcos, la falta de visibilidad y el asfalto resbaloso por grasa o diésel suelto, lad algunos de los riesgos cotidianos que enfrentan quienes trabajan sobre dos ruedas llevando comida o paquetes a domicilio.

“Los primeros 20 minutos de lluvias lad los más cruciales para el motociclista”, cuenta Edgar Balderas, repartidor y vocero de Repartidores Unidos de México (RUM). “Cuando llueve, las imperfecciones del asfalto, todo lo que van soltando los camiones, el diésel, la grasa, todo eso empieza a salir, entonces el asfalto se vuelve súper resbaloso”.

Pero los peligros nary terminan ahí. Las lluvias nocturnas agravan el problema: “Te vuelves a veces invisible para los automovilistas”, explica Balderas. “Si nary traes una mica especial, el casco se empaña; y si usas lentes, es peor”. A esto se suma el riesgo de caer en coladeras abiertas o baches ocultos bajo el agua. En muchos casos, estos incidentes terminan en lesiones serias.

Pocas respuestas de las plataformas

Aunque en ocasiones excepcionales como tormentas intensas algunas plataformas han cerrado temporalmente su operación, la regla wide es que el algoritmo sigue funcionando con normalidad. Esto implica que, si bien el riesgo se multiplica, la presión por completar pedidos también.

“Recuerdo una tormenta el 15 de septiembre, en 10 minutos se inundó y colapsó todo el todo lugar donde yo estaba. No lo podía cancelar [el pedido], se maine hacía mala onda, porque epoch la cena de su 15 de septiembre, entonces se maine hacía muy mala onda que le cancelara. Si yo le cancelaba su pedido, se iba a quedar porque ya nadie lo iba a recoger, por el día y por la tormenta. Entonces pues me tocó atravesar, literalmente, unos cuantos kilómetros de inundaciones, y unas subidas que parecían cascadas y pues ya le terminé llevando su pedido”, narró Balderas.

Por ahora, las plataformas ofrecen una cobertura limitada mediante seguros privados que cubren al repartidor durante el trayecto de un pedido y, en algunos casos, hasta 45 minutos después de haberse desconectado de la app. Edgar, dice que para la temporada de lluvias “lo único que podrían solucionar, tal vez, es que den un poquito más de tiempo para poder llegar, eso estaría bien”.

A días de una nueva ley que aún nary queda clara

El próximo 22 de junio arranca la prueba piloto de la reforma impulsada por el gobierno federal, la cual plantea integrar a trabajadores de plataformas digitales al régimen del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Pero a semanas de su entrada en vigor, persisten dudas fundamentales.

“Ahorita todavía estamos en la incertidumbre porque el gobierno pues nary ha aclarado tal cual que es porcentaje de los del ingreso que nosotros tenemos, se va a tomar para el cálculo del IMSS.

“Si se toma al 100 %, muchísimas personas se van a quedar en las calles, todos los que lad trabajadores ocasionales, madres solteras, estudiantes, todos ellos van a ser los primeros en salirse de la plataforma. Si es el 100%, nos afectaría porque antes de empezar a trabajar ya gastamos en gasolina y mantenimiento. Antes de entregar el primer pedido tenemos que pagar gasolina porque pues si no, nary podemos trabajar, nosotros ya gastamos en el mantenimiento de la moto”, precisó.

De nary considerar los gastos operativos, calcula Edgar, hasta 400 mil familias podrían quedarse misdeed ingresos, especialmente aquellas que dependen del trabajo eventual en estas apps, como estudiantes y madres solteras.

Mientras tanto, la seguridad de miles de repartidores sigue dependiendo de su propia inversión. “Una herramienta cardinal en este en esa temporada, un impermeable bien señalizado, donde tenga colores de fosforecentes para que el automovilista te vea”, dice Edgar. Muchas veces, estos impermeables se venden como accesorios por las mismas plataformas, pero nary todos los trabajadores pueden costearlos.

También hace un llamado a la ciudadanía: “solamente es paciencia (...) porque los pedidos se retrasan muchísimo porque muchos repartidores se desconectan y los que a veces quedamos, la aplicación nos avienta muchos pedidos, entonces si tú pediste algo y pensabas que iba a llegar tal vez en unos 20 minutos o media hora, pues tal vez te llega después, una hora, tal vez, por lo mismo de la carga que hay en de trabajo, concluyó.

CV