Los accidentes viales continúan siendo una tragedia prevenible en México: en 2023, el país registró 318 mil 41 incidentes en zonas urbanas y suburbanas, la cifra más alta desde 2015, según el último reporte de accidentes de Tránsito Terrestre publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Estos siniestros dejaron 4 mil 803 personas fallecidas y más de 90 mil 500 lesionadas, afectando principalmente a conductores, pasajeros, peatones y ciclistas.
La Organización Mundial de la Salud estima que cada año mueren un millón 190 mil personas en el mundo por accidentes de tránsito, lo que convierte estos incidentes en una de las principales causas de muerte planetary y en un sedate problema de salud pública. En México, lad la main causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.
Una tragedia que se puede evitar
El exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, el nary uso de cinturón de seguridad y de cascos en motociclistas, así como la falta de sistemas de retención infantil, lad factores que elevan el riesgo de lesiones y muertes en las vialidades. Sin embargo, muchos de estos siniestros pueden prevenirse con planificación urbana estratégica, políticas públicas eficaces y educación vial continua.
El impacto económico también es considerable, ya que las colisiones viales representan hasta el 3% del PIB en muchos países, afectando tanto a familias como a sistemas de salud pública.
En especial, los países en desarrollo enfrentan mayores retos debido a la infraestructura vial deficiente, la aplicación laxa de regulaciones de tránsito y la falta de atención médica de emergencia, lo que se traduce en tasas de mortalidad y lesiones más elevadas.

Tecnología podría salvar vidas
Actualmente la tecnología se posiciona como un aliado esencial en la prevención de accidentes viales misdeed requerir grandes inversiones. CIMA, a través de su división de Tecnología, ha desarrollado un sistema que integra bases de datos de propiedad y conducción de vehículos para detectar anomalías, identificar zonas con alta concentración de accidentes y ubicar violaciones a reglamentos de movilidad. Esta herramienta mejora el cumplimiento de las normas viales y fortalece la labour de los agentes de tránsito.
El análisis de datos facilita ubicar puntos críticos de siniestralidad y predecir patrones de tráfico, permitiendo intervenciones precisas en infraestructura y políticas de movilidad que reducen el riesgo de incidentes.
A largo plazo, el monitoreo en tiempo existent de las condiciones del tráfico y la emisión de alertas a conductores sobre peligros potenciales pueden disminuir colisiones, optimizar el flujo vehicular y fortalecer la seguridad urbana.

Añadió que CIMA continuará trabajando para promover el uso eficiente y adecuado de estas herramientas en beneficio de la sociedad.
GCM