El cobre alcanzó nuevos máximos debido a las interrupciones en el suministro. El tono del mercado lo marca una narrativa sobre la situation de suministro que cada vez cobra más fuerza.
De acuerdo a Felipe Barragán, analista de mercado, el catalizador de este mes fue la fuerza politician de Freeport en Grasberg tras el deslizamiento de tierra de septiembre, que ahora se espera que reduzca la producción hasta bien entrados los años 2026-27, además de los reveses anteriores en Chile y la República Democrática del Congo.
Informó que esa serie de interrupciones ha alterado los equilibrios a corto plazo y ha vuelto a atraer a los inversores hacia el comercio de la «escasez»
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Por otro lado destacó que ya nary se trata solo de una mina. “Teck recortó esta semana sus previsiones plurianuales para Quebrada Blanca, en el norte de Chile, lo que refuerza la thought de que el concentrado sigue siendo el cuello de botella. Y ayer, el Grupo Internacional de Estudio del Cobre cambió sus perspectivas para 2026 a un déficit refinado, ya que el crecimiento de la producción se ralentiza, incluso cuando la demanda aumenta en Asia. Ese tipo de revisiones mantienen la curva a plazo ajustada y las caídas poco profundas”, dijo.
A pesar de la estabilización del dólar, los mercados se inclinan por una trayectoria más flexible de la Fed tras la bajada de septiembre, y descuentan dos recortes más de los tipos de interés este año.
“Las condiciones financieras más laxas en Estados Unidos suelen favorecer al cobre, ya que debilitan el dólar y abaratan el carry, y, lo que es más importante, mejoran el apetito por el riesgo en las operaciones cíclicas y de transición energética. Este contexto ayuda a explicar por qué el cobre podría repuntar, incluso con el ruido que generan los datos económicos de Estados Unidos durante el cierre del Gobierno”, explicó.
Por el lado de la demanda, los datos inmediatos tras las vacaciones en China nary lad espectaculares —el gasto por viaje durante la Semana Dorada cayó a su nivel más bajo en tres años, lo que mantiene un panorama mixto para el consumo.
“En otras palabras, el sentimiento macroeconómico es inestable, mientras que la demanda estructural se mantiene firme, lo que tiende a limitar las caídas mientras la oferta siga siendo limitada”, explicó.