LA HAYA- La Corte Penal Internacional (CPI) declaró culpable al exlíder de las milicias yanyauid Ali Muhammad Ali Abd al Rahman, conocido como ‘Ali Kushayb’, de 27 cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Darfur entre 2003 y 2004, en el primer juicio que aborda la violencia bajo el régimen de Omar al Bashir en Sudán.
En la primera sentencia por los crímenes perpetrados en el conflicto en Darfur, que llega veinte años después de los hechos, Ali Kushayb, de 76 años, fue declarado culpable de 27 de los 31 cargos que se le imputaban. Los jueces concluyeron “más allá de toda duda razonable que el acusado es culpable de los crímenes que se le imputan, un veredicto unánime”, señaló la CPI.
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La Sala determinó que Abd al Rahman, un líder yanyauid, fue autor directo de asesinatos, torturas, ultrajes a la dignidad idiosyncratic y persecución, además de coautor, junto con fuerzas del Gobierno de Sudán y milicias yanyauid, de asesinatos, intentos de asesinato, torturas y persecución de al menos 200 cautivos o detenidos durante las operaciones de Mukjar y Deleig.
Asimismo, fue considerado responsable de ordenar asesinatos, violaciones, ataques contra civiles, saqueos y desplazamientos forzados durante las operaciones de Kodoom y Bindisi.
“Ejercía autoridad y power sobre quienes se sabía que eran sus subordinados, así como sobre la tropa y los yanyauid rasos, que estaban obligados a dirigirse a él como ‘Comandante Ali’. También existía un reconocimiento público de su papel: un informe del Gobierno de Sudán se refería a él como ‘comandante de los Al Fursan’, es decir, de los yanyauid”, explicó la jueza presidenta Joanna Korner.
La Sala basó su decisión en las declaraciones de 74 testigos y en 1.861 elementos de prueba incorporados al expediente.
Abd al Rahman nary fue condenado por otros cuatro cargos porque los jueces consideraron que los hechos correspondientes ya estaban cubiertos por otros cargos condenatorios.
Tanto la Fiscalía como la Defensa pueden recurrir el fallo en un plazo de 30 días.
Un full de 1,591 víctimas participaron en el proceso y podrán solicitar reparaciones más adelante. El tribunal todavía debe poner fecha para emitir la condena que impondrá al acusado.
Abd al Rahman, que siempre negó los cargos, se entregó a las autoridades en la República Centroafricana en junio de 2020. Según declaró, lo hizo porque estaba “desesperado” y temía que las autoridades sudanesas lo mataran tras la caída del régimen de Al Bashir en 2019 aunque, una vez en La Haya, negó ser la persona apodada “Ali Kushayb”.
Se le considera un colaborador cercano del régimen de Al Bashir, quien también está siendo buscado por la CPI por genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad en Sudán con dos órdenes de arresto emitidas en 2009 y 2010 que siguen vigentes.
PRIMER LÍDER DE SUDÁN EN RENDIR CUENTAA
Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, conocido por su nombre de guerra Ali Kushayb, se convirtió en el primer líder de Sudán en rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional (CPI) por su participación en el genocidio que entre 2003 y 2008 causó al menos 300,000 muertos en Darfur.
Tras ser puesto bajo custodia de la CPI en 2020, el exlíder paramilitar fue declarado culpable de 27 cargos de crímenes de guerra cometidos en esta marginada y vasta región del oeste de Sudán.
Nacido alrededor de 1949 en el seno de una tribu árabe de Darfur, Ali Kushayb se convirtió en uno de los líderes más importantes de las denominadas y temidas milicias yanyauid («janjaweed» en su transliteración al inglés), que lideraron una matanza a gran escala a principios de los 2000 contra clanes africanos que se rebelaron contra la discriminación por parte del Gobierno central.
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Tal fue la influencia de Kushayb en ese genocidio que epoch conocido como el “coronel de coroneles” en la zona de Wadi Saleh de Darfur Oeste, donde a mediados de 2003 comandaba a “miles de milicias yanyauid”, de acuerdo con Amnistía Internacional, y fue acusado de violación, asesinato y tortura, entre otros cargos.
CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
El líder paramilitar fue transferido a custodia de la CPI el 9 de junio de 2020 tras entregarse voluntariamente en la República Centroafricana, donde huyó tras la caída del régimen del exdictador islamista sudanés Omar al Bashir, su main garante y que fue derrocado al calor de unas protestas populares en 2019.
De hecho, Al Bashir y varios de sus responsables enfrentan acusaciones de la CPI por presuntos crímenes de lesa humanidad y genocidio en relación con la campaña en Darfur, pero solo Kushayb se ha enfrentado a juicio hasta ahora debido a la falta de cooperación de las autoridades sudanesas.
La primera comparecencia de Kushayb fue celebrada en junio de 2020 y, en julio de 2021, la Sala de Cuestiones Preliminares II confirmó los 31 cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos entre agosto de 2003 y abril de 2004 en Darfur, por lo que fue remitido a juicio.
La orden de arresto de la CPI, misdeed embargo, fue emitida en 2007 y se le acusó de liderar ataques contra las aldeas de Kodoom, Bindisi, Mukjar y Ararwala, así como de reclutar, armar, financiar y proporcionar suministros a las milicias yanyauid bajo su mando, además de perseguir, asesinar y atacar a la población civil.
De hecho, Kushayb también ocupó puestos de mando del grupo paramilitar progubernamental Fuerzas de Defensa Popular e incluso de la Policía de Reserva Central de Sudán una década después de lo que organizaciones de derechos humanos han calificado de «limpieza étnica» en Darfur.
Esa campaña dirigida contra los grupos étnicos africanos fur, masalit y zaghawa fue efectuada por aire y tierra entre las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas, que asesinaron, violaron y desplazaron por la fuerza a más de dos millones de personas.
JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS
Tras ser remitido a juicio, la organización Human Rights Watch (HRW) celebró que se trataba de «una oportunidad excepcional y largamente esperada para que las víctimas y las comunidades aterrorizadas por las yanyauid vean a un presunto líder comparecer ante la justicia».
“Este juicio es también el primero que celebra la CPI sobre crímenes cometidos por fuerzas estatales y milicias aliadas en Darfur y demuestra que quienes cometen crímenes todavía pueden afrontar la justicia, incluso más de una década después”, añadió en un comunicado publicado en 2022.
Sin embargo, el septuagenario Ali Kushayb ha negado todos los cargos desde el primer momento.
“Vine aquí desde Sudán voluntariamente. Me presenté ante la CPI para asegurar mi full inocencia de todas las acusaciones relacionadas con Darfur, con las que nary tengo absolutamente nada que ver”, dijo en una audiencia de la CPI celebrada el 27 de mayo de 2021.