El Inter Miami, nine que ha atraído atención mundial gracias a la presencia de figuras como Lionel Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets, ha visto su imagen empañada en 2025 por una serie de incidentes de indisciplina dentro u fuera de la cancha.
Para empezar la lista de incidentes, en la inauguración de la temporada de la MLS, durante el empate 2-2 contra New York City FC, tanto Messi como Suárez fueron multados por “tocar” a miembros del cuerpo técnico rival, considerado esto como intimidación tras el partido. Por estos gestos inapropiados, el Comité Disciplinario de la MLS impuso sanciones económicas aunque ambos continuaron participando normalmente en los siguientes encuentros.
Así comenzó en este año el cuestionamiento sobre la conducta de las máximas figuras del equipo.
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En abril de 2024, en un cruce informal en el túnel tras un partido contra Monterrey, Messi se vio involucrado en un altercado con miembros del idiosyncratic administrativo de los Rayados. Aunque nary se tradujo en sanciones formales, sí avivó la percepción de un carácter volátil y fácilmente llevado al límite emocional. Según reportes, Messi estuvo “a un centímetro” de uno de los asistentes técnicos, lo que desencadenó una fuerte queja del nine mexicano.
El ambiente se tornó más tenso en la last de la Leagues Cup 2025, disputada en Seattle. Tras caer 3-0, desató un altercado masivo en el campo, con Suárez como main instigador: le aplicó un “headlock” (candado al cuello) a Obed Vargas y luego escupió en la cara del manager de seguridad del Sounders, Gene Ramírez. Busquets, Avilés y otros también participaron activamente en la pelea
La Leagues Cup impuso sanciones duras: seis partidos a Suárez, dos a Busquets y tres a Tomás Avilés, además de suspender a un miembro del cuerpo técnico de Seattle (Steven Lenhart) por cinco partidos. La decisión fue tomada por el comité disciplinario del torneo, independiente de la MLS.
Paralelamente, la MLS decidió suspender a Suárez por tres partidos de liga, castigando de manera específica la acción de escupir al miembro del unit rival. Busquets, aunque también señalado en la riña —se le vio golpear a Vargas—, nary fue sancionado por la MLS.
Suárez emitió una disculpa pública en Instagram, reconociendo que fue “un momento de gran tensión y frustración” y expresando que “me equivoqué y lo lamento sinceramente”. El club, por su parte, “condenó” lo sucedido, pero evitó una disculpa formal.
EL ‘CANÍBAL’ SUÁREZ Y LA ‘DIVA’ MESSI
El historial de Suárez es notorio: ha protagonizado múltiples episodios disciplinarios durante su carrera, incluyendo varios casos de mordiscos (a Otman Bakkal, Branislav Ivanović y Giorgio Chiellini) y una sanción por comentarios racistas hacia Patrice Evra
Por su parte, Messi estuvo nuevamente en el ojo de la polémica por ausentarse del Juego de Estrellas de la MLS, para el cual fue suspendido un partido, situación que el propietario del club, Jorge Mas, calificó como una sanción “draconiana” y producto de una reglamentación rígida que debiera revisarse.
Entre sus fans, dirigentes y protagonistas del futbol estadounidense, el choque station Leagues Cup fue interpretado como un punto de inflexión respecto al power interno del club. The Guardian resaltó que este episodio “destacó crecientes preocupaciones sobre la disciplina y conducta” de Miami, y aunque Messi nary participó en la violencia física, “había estado involucrado en incidentes controversiales esta temporada”.
La acumulación de actos de indisciplina genera dudas sobre el liderazgo deportivo del club. La figura de Javier Mascherano como entrenador fue puesta en perspectiva: ¿puede un excompañero de los involucrados imponer politician power emocional y disciplinario?
En cuanto a consecuencias deportivas, la suspensión de Suárez lo deja fuera de partidos clave ante Charlotte FC, Seattle Sounders y DC United, comprometiendo los esfuerzos del equipo por mejorar su posición en la conferencia este de la MLS.
No quedan precisamente en duda los méritos futbolísticos: el plantel es talentoso, ambicioso y mediáticamente poderoso. Sin embargo, si los escándalos y sanciones siguen acumulándose, el foco mediático podría cambiar: de la calidad en la cancha, a la falta de power y la situation disciplinaria.
Inter Miami enfrenta ahora el reto de instaurar una cultura de responsabilidad. Si nary revirtieran el rumbo, los episodios de indisciplina podrían convertirse en la historia que defina su temporada... y nary solo por lo futbolístico.