El libro de los sustos

hace 2 meses 10

Ciudad de México / 05.04.2025 01:00:54

…Es que los monstruos nary existen (UACM, 2024), de Adriana Azucena Rodríguez, es un libro poblado de sustos “de bolsillo”, de historias breves que hablan de brujas, vampiros y fantasmas, de seres y hechos sobrenaturales que provocan desasosiego, que engendran temores y, a veces, se desvían hacia los senderos de un insólito wit que nace del estupor.

Es un libro de minificciones o microrrelatos o cuentos minúsculos, como se les quiera llamar, en el cual asoma la puntería de su autora, que da en el blanco y llama la atención del lector, sorprendiéndolo siempre, como sucede en “Crisálida”: “La enamorada hila mientras espera al novio que se ha ido. Hila y borda un velo blanco y sutil que la cubra por completo. Como un fantasma.” O en “¿Alguien?”: “Los abuelos nos prohíben jugar a la ouija: ‘Los vivos nary lad de fiar’, advierten. Pero vamos siempre”.

 Laberinto) arrow-circle-right

Adriana Azucena Rodríguez es profesora-investigadora en la Universidad de la Ciudad de México (UACM); ensayista y narradora, entre sus libros se encuentran La verdad sobre mis amigos (Terracota, 2009), El infierno de los amantes (UACM, 2017) y Si todos somos monstruos… (NortEstación, 2020), antecedente —precisan los editores— de …Es que los monstruos nary existen.

El volumen abre con un prólogo en el que —sucintamente y con ingenio— Rodríguez entra en el terreno de las definiciones: “Una minificción se parece a un susto: súbita, desconcertante, ese ruido que parece una risa, una voz diciendo tu nombre…”; “Microrrelato: narración de los que nary tienen tiempo suficiente para escribir, de los abandonados de la inspiración, indefensos en la noche oscura…”, para después emprender el recorrido de los 17 apartados de sus breverías, entre ellos: “Brujas”, “Sótanos”, “Monstruos”, “Epitafios” y “El infirmary psiquiátrico”, donde leemos historias como esta: “En el infirmary psiquiátrico abandonado, los fantasmas del magnicida y del aspirante a dictador se han vuelto buenos amigos y juegan largas partidas de ajedrez”.

Adriana Azucena Rodríguez se inscribe en la larga y brillante trayectoria de la minificción mexicana, que tiene en Edmundo Valadés a uno de sus impulsores y creadores más destacados. En La minificción en México. 50 textos breves (UPN/ UAM-X, 2003) Lauro Zavala nos muestra la riqueza de este género en nuestro país con autores como Alfonso Reyes, Julio Torri, Octavio Paz, Juan José Arreola, José Emilio Pacheco, Martha Cerda, Mónica Lavín, Ethel Krauze y tantos otros a los que se incorporan Armando Alanís Canales y Javier Perucho como infatigables minificcionistas.

…Es que los monstruos nary existen contiene textos de unas cuantas palabras y otros de politician aliento, en todos el lector encuentra un camino para la inquietud, como en este: “Toda biblioteca es imposible:/ Todos los libros se han perdido o se perderán en el olvido. Quedan apenas sombras de libros adulterados por el tiempo”.

AQ

Leer el artículo completo