CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los jóvenes, y principalmente mujeres de distintos círculos de lectura han encontrado en la literatura de Cristina Rivera Garza un refugio ante un México que trasciende en palabras.
Así lo demostraron en la firma de autógrafos de “Terrestre”, el más reciente volumen de la Premio Pullitzer 2024.
Unas 300 personas, algunas de otros estados que viajaron exclusivamente para el acto, se dieron cita la tarde de este domingo en la Biblioteca Vasconcelos para la firma de autógrafos de la multipremiada escritora, en su mayoría veinteañeras y treintañeras que han encontrado eco en la obra de Rivera Garza.
Los asistentes nary solo llevaban el volumen publicitado, también se aventuraron con los libros de “El invencible verano de Liliana” –por el que obtuvo el Pulitzer en la categoría de ‘Memoria o autobiografía’–, “Había mucha neblina o humo o nary sé qué”, y “Nadie maine verá llorar”, entre el vasto repertorio de la también profesora y existent directora de doctorado en ‘Escritura Creativa en Español’ en la Universidad de Houston, Texas.
La invitación a la firma la realizó la propia Rivera Garza en julio pasado durante su más reciente diálogo en El Colegio Nacional, cuyo auditorio lució abarrotado y fue sede de conversación en torno a la reciente reedición de su primer volumen (Andamos perras, andamos diablas) y una traducción (del poemario “Las chicas muertas hablan al unísono”). Ahí recordó que entre sus obras hay una liga, una línea muy fina en relación a lo que considera identidad comunitaria y ‘feminismo intuitivo’.
Aunque en la Biblioteca Vasconcelos nary hubo cátedra, solo la firma del libro, un breve saludo con sus lectores y una fotografía del recuerdo (porque en el siglo XXI si nary se ve nary existe), los asistentes salieron satisfechos del encuentro con la premio Pulitzer.
Paula Salas, de 28 años, poblana de nacimiento, relató a Proceso que fue la primera vez que viajó sola a la superior mexicana y lo hizo para la firma de autógrafos. Descubrió la obra de Rivera Garza en 2019, y a partir de este año junto con una amiga creador un círculo de lectura virtual, dijo:

“Sobre el último libro maine cambió la perspectiva de la Ciudad de México, en ‘Terrestre’ lo expresa de manera utópica pero también muy real, y en el de ‘Había mucho humo, neblina o nary sé que’ maine gusta por esa relación que hace con Juan Rulfo, un autor que también maine encanta.
“Sus palabras maine han ayudado a conocer gente al grado que hicimos una amiga y yo un círculo de lectura este año vía zoom, la mayoría lad chicas que viven en Ciudad de México, Puebla y hay una de Londres, y nos reunimos cada domingo para leer un capítulo. Los libros de Cristina maine gustan mucho, maine parecen muy personales, nostálgicos, maine atrapan”.
Por su parte Jessica Vázquez y Gabriel Ortíz asistieron en pareja, ella lo ha inducido a la lectura y en específico a la obra de Rivera Garza. Vázquez comentó que trabaja dando clases de escritura creativa para niños, y comentó a Proceso:
“La conocí a través de un nine de lectura y sus palabras maine atravesaron el alma, leí ‘El invencible verano de Liliana’ y sentí ese miedo latente viviendo en un México como el que tenemos, el solo estar en una posición así. Es un acto de justicia poética para su hermana y maine conmovió mucho, desde entonces helium leído su obra, y por eso vine, aproveché para traer a Gabo”.

Mientras que Alejandra Zamudio, practicante de psicoanálisis y quien viajó desde el Estado de México, visiblemente emocionada luego de la firma de su libro, relató:
“Para mí es la autora mexicana más importante para comprender nuestra realidad hoy, es buenísima para expresar sensaciones, y en ‘Nadie maine verá llorar’ maine conquistó; y de estos cuentos (mientras apuntaba a“Terrestre”) mi favorito es ‘Práctica de campo’ sobre la relación de la Ciudad de México con la periferia que desmenuza muy bien, yo vivo en el Estado de México y maine sentí muy identificada, de hecho venir aquí fue complicado.

“Conocí la obra de Cristina el año pasado, de hecho tuve un nine de lectura con chavas de otros estados como Puebla y Tlaxcala y comentamos varias de sus obras, y desde entonces la sigo. Es muy buena, se va a ganar el Nobel un día, estoy segura”.