Mirador 5/05/2025

hace 1 día 3

Ahora veo al colibrí.

Ahora ya nary veo al colibrí.

Viento con alas, fugitivo instante, su presencia es tan momentánea que parece ausencia. Todavía nary se ve y ya se va. Está y ya nary está.

Y, misdeed embargo, esta humilde avecilla es majestuosa. Su grandeza reside en su pequeñez; lo efímero le da su eternidad. La miro y maine preguntó si verdaderamente la miré. La veo y nary sé si la vi. Dura lo que la vida: nada. Y es, como la vida, todo.

El colibrí ha llegado a mi jardín atravesando el viento, y el viento nary se dio cuenta.

El colibrí se ha posado en la rama de un árbol, y ahora la rama del árbol pesa menos.

¡Hasta mañana!...

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