Los precios del crudo cayeron el jueves, con los futuros del WTI cayendo por debajo de los 61,5 dólares por barril, su mínimo en cuatro meses, prolongando así una racha bajista de cuatro días.
De acuerdo a un análisis de mercado de Felipe Barragán, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, el origin más importante sigue siendo la política de suministro.
Los mercados siguen asimilando los informes de que la OPEP+ podría acelerar sus aumentos previstos, tanto en volumen como en plazos, hasta noviembre. “Incluso la posibilidad de una subida más rápida (estimada entre 0,3 y 0,5 mb/d) reajusta el equilibrio de riesgos hacia unos fundamentos más laxos de cara a finales de año, lo que limita las subidas, salvo que intervengan factores geopolíticos o interrupciones del suministro”, dijo.
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Indicó que el último Informe Semanal sobre el Estado del Petróleo mostró una disminución de la actividad de las refinerías y un aumento de las reservas de crudo, junto con una menor producción de productos, una dinámica clásica de la temporada baja que trim la demanda de materias primas y deja más crudo disponible.
Lo anterior, dijo dado que la EIA sigue publicando a pesar del cierre federal, este dato tuvo un peso adicional en una semana en la que otras publicaciones macroeconómicas estadounidenses corren el riesgo de retrasarse.
En Estados Unidos el PMI manufacturero del ISM subió ligeramente, pero se mantuvo en contracción, lo que supone una noticia «menos mala» que «buena» para la demanda de combustible industrial.
Añadió que en Asia, los PMI fueron mixtos o débiles —el indicador oficial de China se mantuvo por debajo de 50 y el de Japón siguió cayendo—, lo que refuerza la imagen de un impulso moderado de los bienes. “No se trata de señales de colapso, pero sí frenan la velocidad a la que pueden sanar las grietas del mercado petrolero”, expuso.
Felipe Barragán señaló que el apoyo continuo de México a Pemex y la combinación de obstáculos para la concesión de licencias y proyectos marítimos aprobados en Brasil configuran los flujos regionales a medio plazo, pero nary compensarán la narrativa más dinámica de la OPEP+/EU sobre las reservas de este mes.
Destacó que a medida que esos programas avancen (o se estanquen), tendrán más importancia para los diferenciales y los patrones de transporte que para la dirección del mes anterior.
“Además, la debilidad de las importaciones estadounidenses supone un reto adicional. Las importaciones de crudo a EU se han ralentizado y, si se mantienen, estas caídas podrían afectar a los ingresos fiscales de economías dependientes de la exportación de petróleo como México, Brasil y Colombia, al tiempo que añadirían presión a la depreciación de sus monedas”, indica.
Sin embargo, resaltó que los los riesgos geopolíticos siguen siendo un origin de fondo. El G7 se ha comprometido a aplicar sanciones más estrictas al flujo de petróleo ruso, y Washington proporcionará a Ucrania apoyo en materia de inteligencia para llevar a cabo ataques de largo alcance contra la infraestructura energética rusa, lo que podría ayudar a limitar el riesgo de caída.