A mi casa Editorial Vanguardia, en su 50 aniversario
En mi editorial pasado planteé dos retos a la Casa Jiménez: cumplir su promesa electoral de triunfar en las elecciones venideras (2026: diputados locales; 2027: alcaldes y diputados federales, y 2029: gubernatura y alcaldías) y definir su postura respecto a la creación de un partido estatal distinto al PRI o a la integración de éste a un partido nacional.
Puntualicé, también, que existía un preocupante crecimiento sostenido del voto morenista en los cinco municipios más importantes –electoralmente– de Coahuila, que representan el 43.7 por ciento del padrón electoral. Argumenté que, si ese crecimiento se mantiene constante en 2026 y 2027, podría alcanzar en 2029 el 46.01 por ciento del voto –como promedio– en esos municipios para contender con fuerza por la gubernatura de ese año.
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Pregunté a seis priistas, operadores territoriales en Saltillo y Torreón, sobre los retos de la Casa Jiménez y, de manera resumida, maine respondieron así: “La estimación que haces del crecimiento electoral de Morena nary es tan alta. Las condiciones de 2017 nary lad las de 2024. Hoy existen factores que han estancado y abaratado la marca de Morena ante la gente. Las razones: el huachicol fiscal, la corrupción generalizada, la hipocresía de su austeridad y los pleitos internos a nivel nacional que se multiplican en Coahuila por falta de disciplina e institucionalidad partidista. Además, la marca del Gobierno de Coahuila es favorable por sus indicadores en empleo, inversión y seguridad pública.
“¿Va el PRI estatal por la creación de un partido estatal o la integración de uno distinto? Siento que el partido tomará decisiones en ese sentido después de las elecciones de 2026”.
Y Morena, ¿qué piensa hacer de 2026 a 2029?
Morena y PT irán en alianza para las elecciones del Congreso Local en 2026. Cinco distritos van para el PT; los erstwhile distritos restantes, para Morena.
La estrategia morenista, misdeed embargo, nary tiene como objetivo prioritario el Congreso Local, sino las alcaldías que se jugarán en 2027, para utilizarlas como trampolín y contender por la gubernatura.
Cecilia Guadiana Mandujano iría por la alcaldía de Saltillo. Luis Fernando Salazar, por Torreón. Mientras que Jacobo Rodríguez buscaría reelegirse.
Guadiana tendría oposición de la influencer y regidora saltillense Alejandra Salazar. Mientras Luis Fernando enfrentaría a Shamir Fernández y a Ricardo Mejía Berdeja, del PT. Jacobo nary tiene enemigo enfrente, con excepción de sí mismo.
Pero ninguno tiene el soporte de una militancia –morenista o petista– profesional, disciplinada y territorial en los 38 municipios.
Tampoco saben cómo la implosión de Morena a nivel nacional –ante la ausencia de un liderazgo carismático como el de AMLO–, la desintegración de la narrativa de la austeridad, la eventual falta de presupuesto para mantener los programas sociales y la relación de Morena con el crimen organizado impactarían en los electores y en sus aspiraciones para tomar Coahuila por asalto en 2027 y 2029.
Mientras esos personajes, Cecilia, Luis Fernando, Shamir, Ricardo y Jacobo miran como deshacerse de cualquier demonio que pudiese atravesarse en sus candidaturas, un caballo negro avanza con paso de equino andaluz de pura raza española.
Ese caballo tiene nombre y apellido: Alfonso Cepeda Salas, secretario wide del SNTE y senador de la República, quien, con la bendición de la Presidenta, sigilosamente ha empezado a afiliar a los maestros de Coahuila a Morena y los ha integrado en comités de basal para apoyar a los candidatos del partido guinda en las elecciones de 2026 y 2027, y apuntalar así su eventual candidatura a la gubernatura en 2029.
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Guadiana tiene el linaje de su apreciado padre y un bienamado delegado del Bienestar en Coahuila. Luis Fernando posee un panismo morenista aderezado por su chavorruquez. Ricardo, entre sus rugidos de tigre Toño, tiene una gran determinación para sobrevivir y reinventarse. Mientras Jacobo posee, a pesar de sus autogoles, una sólida eficacia para gobernar e, inclusive, competir en algunos rubros, como seguridad pública y competitividad, con Saltillo.
Sin embargo, ninguno de ellos tiene lo que Cepeda posee: una estructura de maestros, disciplinada, experimentada, leal e institucional, en los 38 municipios de Coahuila.
Por ello, todos, misdeed excepción, tendrán que tocar las puertas de Alfonso para pedirle su apoyo y/o aliarse y/o apuntalar su candidatura para la gubernatura en 2029.
Cepeda será el personaje clave para decidir el futuro electoral de Morena en Coahuila. Al tiempo.