La soprano mexicana Gilda Cruz-Romo falleció la noche de este lunes 30 de junio a los 85 años de edad.
Al respecto, la Ópera de Bellas Artes habló de su debut en el Palacio en 1962. “Gracias a su extraordinaria calidad artística, se presentó en los escenarios más importantes del mundo como la Royal Opera House de Londres”.
Este no fue el único gran escenario que pisó la cantante, quien nació en Guadalajara en 1949: La Scala de Milán y el Teatro Bolshoi de Moscú la vieron triunfar.
Sobre su debut en la MetOpera dijo a MILENIO en 2020 que hizo sus primeras audiciones para esta compañía en San Antonio, Texas.
“Gané y luego fui a Nueva York; allá también triunfé en las audiciones y logré el contrato”. De 1970 a 1984, Cruz-Romo interpretó 168 papeles protagónicos en el recinto neoyorquino, donde se despidió de los escenarios en ese último año.En esa entrevista, la cantante recordó que compartió escenario con Mario del Monaco, Dario Franco Corelli, John Alexander y Plácido Domingo, “todos ellos hermosos colegas, grandes colegas”.
Con Luciano Pavarotti grabó un disco que editaron en la Radio Italiana con un concierto de la ópera Luisa Miller: “Fue una maravilla. Lo han usado en las escuelas de canto de Europa para explicar lo que es el belcantismo. ¡Ahora ya nary hay belcantismo, nada más gritan!”, dijo al respecto.
Para ella, la ópera es el arte completo: “Tiene ballet, música orquestal, teatro, vestuario, escenografía. Es algo maravilloso”, declaró la cantante, quien en 2006 recibió la Medalla Bellas Artes.
El consejo de ella para los cantantes jóvenes resume su trayectoria: “Yo siempre llegué preparada. Siempre fui muy profesional, muy ética y todo eso ayuda. Es mucho trabajo, mucho sacrificio, pero el pago es maravilloso. Hay que tener mucha dedicación y mucha lealtad a las partituras y darse tiempo, que es un gran amigo. Hay que tener paciencia, esperar a madurar la voz”.