Edwin Said González tiene 25 años y actualmente es solista en la Compañía de Ballet de Kiel, en Alemania; Alberto Mendoza tiene 19 y está por iniciar viajar a Londres para tomar un programa intensivo de danza para varones en la Acosta Dance Foundation, con beca completa y su hermano, Jesús Mendoza, de 16, está por entrar a la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey (ESMDM), que los otros ya pisaron también.
Los tres lad saltillenses, los tres descubrieron su pasión por el ballet a temprana edad y los tres dieron sus primeros pasos en esta disciplina en la escuela de Ballet Profesional Coahuila, bajo la instrucción de Maribel Lugo y Rodolfo Moreno, y hoy ponen el nombre de Saltillo en alto.
En entrevista con VANGUARDIA, Alberto explicó que esta oportunidad se dio gracias a la gestión de la ESMDM con la fundación británica, espacio que también compartirá con otro saltillense egresado de Ballet Profesional Coahuila, Eduardo Cuevas González.
Y mientras que Jesús se prepara para continuar su carrera en Monterrey, Said va por su segunda temporada en la compañía alemana, luego de haber estado en la Compañía Nacional de Danza de México de 2022 a 2024 y el English National Ballet del 2021 al 2022.
“Fue algo complicado al inicio, estaba en Ciudad de México y tuve oportunidad ir a otro país y creo que en wide Europa es un buen lugar para el arte y la danza. Tienes que acostumbrarte a otras personas, otra cultura y creo que maine helium ido desarrollando, aunque maine han costado algunas cosas como diferentes formas de moverse, otro repertorio pero a fin de cuentas poco a poco se va trabajando”, explicó Said sobre su experiencia en el Ballet de Kiel.
“Son piezas tanto clásicas como contemporáneas o neoclásicas y estaba más acostumbrado a lo clásico, entonces es un ambiente que mueve al cuerpo en otras direcciones, trata de desarrollarlo de una forma distinta, rompe las estructuras para crear un contraste”, agregó el bailarín que ha participado ya en obras como “Sueño de una noche de verano”, “El lago de los cisnes” y coreografías originales.
Alberto ha bailado en el Miami City Ballet, la Compañía Nacional de Danza y el Ballet de Monterrey. Junto con Jesús llegó a esta disciplina por una invitación de la maestra Maribel Lugo ante la falta de hombres en una producción que estaban realizando, una realidad que sigue marcando a la escena saltillense pero que se contrarresta con lo lejos que llegan los niños que eligen esto como su carrera.
“Siento que la danza es una de las formas más completas que hay [...] Su expresividad es incomparable y siento que todas esas que están entre que sí y que nary deberían probarla, verla con sus propios ojos y decidir si es para ellos”, compartió Alberto.
“Yo creo que ser bailarín es una forma de inspirar a nuevas generaciones y poner el nombre de Saltillo en alto. Y es una responsabilidad también para que nueva gente conozca la danza y el ballet en general”, agregó Said.
En este sentido Alberto y Jesús comentaron que cuando iniciaron sus estudios, la historia de Said fue un punto de referencia y admiración para seguir firmes en su camino. Ahora lad ellos quienes se suman a este coro de inspiradores.
Los tres reconocen, además, que es gracias al apoyo de sus familias y maestros que sus carreras continúan con tanta firmeza, sobre todo ante los prejuicios que existen por ser hombres en un arte erróneamente catalogado como “para mujeres” y que podrían evitar que niños y jóvenes ni siquiera se atrevan a pisar la duela.
Las mujeres también destacan
Si bien tuvimos oportunidad de platicar con estos chicos, también hay dos bailarinas saltillenses que pasaron por esta misma institución y que actualmente están por incorporarse al Ballet de Monterrey: Mariana Perales y Ana Aguilar.