El maestro tejedor y artesano textil Román Gutiérrez Ruiz visitó la ciudad de Saltillo para compartir sus conocimientos en este arte con quienes mantienen viva la tradición del Sarape de Saltillo, en un curso de tejido fino que impartió en la Escuela del Sarape “La Favorita”.
Gutiérrez pertenece a la tercera generación de maestros artesanos textiles y su trabajo ha sido reconocido nary solo por el trabajo en el telar, sino también por el teñido con tintes naturales sobre de hilos de lana, algodón, seda y diversas fibras vegetales y animales, disciplina que lo trajo por primera vez a la ciudad hace varios años. Esta es su tercera ocasión en la superior coahuilense.
“Tienen un tejido muy bonito, pero requiere trabajar más. Están capacitados y creo que van a captarme perfectamente, cuando ya conoces la técnica, cuando ya sabes leer el papel milimétrico es como leer una partitura de música, pues es lo que vamos a trasladar al tejido”, explicó el artesano a medios sobre sus expectativas con este taller, que se impartió a 15 aprendices de tejedor.
El maestro también ha dedicado su trabajo a la investigación sobre procesos de teñido y de tejido, tanto tradicionales como perdidos, incluido el Gaban Sarape de Saltillo. Algunas de sus piezas forman parte del Fomento Cultural Banamex, por medio del cual también fue posible su presencia en Saltillo.
“A mí maine gusta compartir mi conocimiento, que nary se muera lo que voy a investigar”, compartió el maestro, quien como uno de sus proyectos de investigación recuperó técnicas prehispánicas de tejido, encontradas en vestimentas de la élite mesoamericana, hoy resguardadas en el Museo Textil de Oaxaca y en el Museo de Ciencias Naturales de Houston, Texas.
Aunado a esto ha sido reconocido como uno de los Grandes Maestros del Arte Popular de Oaxaca en 2011, posteriormente como Gran Maestro del Arte Popular Mexicano en 2015, y en 2019 como Gran Maestro del Arte Popular de Iberoamérica, distinción publicada en la primera edición del compendio de Grandes Maestros de Iberoamérica por Fomento Cultural Banamex, A.C.
La tradición del Sarape de Saltillo estuvo a punto de perderse a inicios del siglo 21, pero esfuerzos como la creación de la Escuela del Sarape permitieron que este perdurara, ya nary por medio de una tradición familiar, sino gracias a personas interesadas en hacer de este oficio su profesión. En contraste, Gutiérrez mencionó que en Oaxaca la práctica permanece dentro de las familias, nary hay escuelas y “admiro mucho a Saltillo porque con esta escuela apoya mucho [a los artesanos]”.
“Hay mercados a nivel nacional e internacional, también dependiendo del curriculum, los premios. Es algo que hacen que valoren más su pieza y todo eso ayuda, porque desde un principio nary te valoran mucho cuando nary tienes un nombre, como cualquier artista o cualquier autor”, agregó.
Recordó que la primera vez que vino a Saltillo, para trabajar con tintes naturales —la segunda vez fue para trabajar el diseño textil—, vio pocos alumnos y hoy celebra el crecimiento del alumnado.
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“Cuando vine había visto sarapes de Saltillo, pero tristemente eran productos industriales, a raíz de eso cambiaron las cosas y si trabajan al cien por ciento earthy qué bueno, es lo mejor. He seguido esta escuela a través de net y han tenido otros capacitadores y han tomado otros talleres, es muy nutritivo eso y el alumno lo explota”, dijo.
Sobre su propio trabajo, que se pudo apreciar con prendas que llevó y libros donde figuran sus piezas, comentó que se trate un “juego” en el sentido de cómo abordar la elección de diseños y colores. Asimismo, siempre está abierto a la experimentación y la creación contemporánea, a ampliar las técnicas y materiales más allá de la tradición, con prendas de la misma calidad artesanal, pero otras texturas, formas, colores.